Si te duele la espalda, ¿deberías ir al quiropráctico?

Si tienes dolor constante de cuello o de espalda, podrías estar considerando hacerte un ajuste quiropráctico (“realineación” de la columna vertebral ejerciendo presión en las articulaciones), una terapia que con frecuencia se promociona como un alivio para dicha incomodidad crónica.

La quiropráctica es una de las formas más populares de medicina complementaria. En el año 2012, uno de cada 12 adultos visitó a un quiropráctico, según datos de una encuesta publicada en enero, en Estados Unidos. Y cada año los quiroprácticos (junto con algunos médicos osteopáticos y fisioterapeutas) realizan millones de ajustes.

Si te duele la espalda, ¿deberías ir al quiropráctico?
| Foto: ISTOCK

¿Funciona realmente?

El fundador de la atención quiropráctica moderna, un residente de Iowa en el siglo XIX, creía que la manipulación quiropráctica podía curar toda clase de afecciones. Y algunos quiroprácticos aún hoy ofrecen servicios para afecciones tales como el asma y la presión arterial alta, a pesar de que no existe una evidencia sólida de que el tratamiento quiropráctico ayude en estos casos.  De todas formas, la mayoría de los quiroprácticos se enfocan en los problemas de huesos  y musculares, especialmente el dolor en la espalda baja, el cuello y los hombros, así como los dolores de cabeza relacionados con estos problemas.

Algunos estudios sugieren que las manipulaciones de la columna vertebral (“ajustes”) pueden ayudar a disminuir ese dolor. Una revisión de 26 estudios en el 2011 descubrió que para el dolor crónico de la espalda baja, la manipulación redujo el dolor a corto plazo al menos tanto como el ejercicio e incluso los medicamentos para el dolor. La atención quiropráctica también mejoró las funciones físicas de corto plazo de los participantes, tales como su capacidad para subir escaleras o agacharse.

 “Las malas noticias son que para el dolor de espalda crónico y constante, incluso hasta las mejores terapias solo dan como resultado un alivio ligero a moderado”, dijo el Dr. Roger Chou, M.D., profesor de medicina en Oregon Health & Science University, que estudia el dolor de espalda. 

“La clave es encontrar el tratamiento que funcione para ti y consultar con un terapeuta que se preocupe acerca de la función, no solo del alivio del dolor, y que te ayude a poder regresar a las actividades que más te importan en la vida”, agregó.

La quiropráctica como calmante

Cuando se trata del dolor de cuello, un estudio de 181 personas publicado en la revista Annals of Internal Medicine descubrió que recibir atención quiropráctica regular (aproximadamente una vez por semana durante 12 semanas) podría disminuir la incomodidad incluso mejor que el acetaminofeno y los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos. 

“Para el dolor de cuello o dolor de espalda crónico que no va acompañado de síntomas que requieran atención médica, tales como problemas intestinales o urinarios o debilidad, entumecimiento u hormigueo en un brazo o en una pierna, considerar la manipulación quiropráctica podría ser razonable”, dice el jefe de asesores médicos de Consumer Reports, el Dr. Marvin M. Lipman, M.D. 

Pero no es una opción que esté libre de riesgos, aclara.  “Puede causar dolores de cabeza temporales y, raras veces, problemas graves como el empeoramiento del dolor de un disco desviado”.

Lo que debes saber si vas con un quiropráctico

  • Todos los estados del país exigen que los quiroprácticos obtengan un título de 4 años como médico quiropráctico (D.C.) de un programa acreditado por el Consejo de Educación Quiropráctica (CCE). A los quiroprácticos también se les exige que aprueben un examen administrado por el Consejo Nacional de Examinadores de Quiropráctica para recibir una licencia.  
  • Con frecuencia, el seguro cubre los tratamientos, incluyendo la Parte B de Medicare, la cual paga el 80% del costo después de tu deducible. 

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