Sol sigue dañando la piel después de asolearse

La investigación publicada en la revista Science, refiere que la melanina tiene efectos tanto cancerígenos como protectores y que en las siguientes tres o cuatro horas estando ya a la sombra, la piel sigue sufriendo igual por la radiación que cuando se tomaba el sol, por lo que aún pueden producirse lesiones en el ADN que son las que conducen al cáncer de piel.

Dicha conclusión se desprende de experimentos realizados con células de ratón y melanocitos humanos expuestos a la radiación de una lámpara de rayos ultravioleta.

Sol sigue dañando la piel después de asolearse
| Foto: SHUTTERSTOCK

Los resultados mostraron que la melanina, nuestra primera línea de defensa contra el sol que se creía absorbe los peligrosos rayos ultravioleta, es justo la responsable de causar el daño prolongado, toda vez que al absorber la radiación se produce una reacción química que causaría las mutaciones.

“La melanina de la piel es tanto mala como buena, puede ser cancerígena y protectora”, resaltó Douglas E. Brash, coautor del estudio.

Además, se halló que alrededor de la mitad de las alteraciones del ADN se producen en la oscuridad luego de la exposición al sol y que los rayos UV activaban dos enzimas que se combinan para "excitar" un electrón en la melanina. La energía generada por este proceso, llamado quimiósmosis, es transmitido al ADN en la oscuridad, creando el mismo daño genético que los rayos del sol.

Los autores del estudio consideran que, en general, se ha subestimado el daño que pueden ocasionar los rayos ultravioletas y esperan que sus hallazgos contribuyan al desarrollo de un protector solar que absorba toda la radiación de la melanina para evitar riesgos de cáncer de piel.

Medidas para protegerse del sol

La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca que la sombra, las gafas de sol, las prendas de vestir y los sombreros son la mejor protección contra los rayos ultravioleta. Además, es necesario que te apliques una crema con filtro solar en las partes del cuerpo que quedan al descubierto, como el rostro y las manos. La Academia Americana de Dermatología recomienda que todos los niños, independientemente de su tono de piel, lleven un protector solar con un FPS de 30 o superior.

Debes evitar la exposición solar en las horas centrales del día. Los rayos UV solares son más fuertes entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, por lo que hay que tener especial cuidado a esas horas.

Los dos tipos de rayos solares que pueden ocasionar daños en la piel son los ultravioleta A (UVA) y los ultravioleta B (UVB). Los rayos UVA afectan las capas profundas de la piel. Los UVA son más intensos que los UVB y son la principal causa de quemaduras solares.

Los rayos UV pueden causar lesiones en la piel durante cualquier estación del año y a cualquier temperatura. También pueden causar problemas en los ojos, arrugas, manchas en la piel y cáncer de piel.

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