Hay casi 800,000 niños hipertensos en EE. UU.

Un nuevo informe tiene buenas noticias y malas noticias respecto a la hipertensión en los niños y adolescentes estadounidenses.

La buena noticia es que, quizá debido a unas mejores dietas y al uso de antihipertensivos, el porcentaje de niños y adolescentes con hipertensión se redujo entre 2001 y 2016, según un equipo de investigación de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.

Hay casi 800,000 niños hipertensos en EE. UU.
| Foto: GETTY IMAGES

La mala noticia es que las nuevas directrices sobre la hipertensión publicadas por la Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics, AAP) en 2017 redujeron el umbral para el diagnóstico de la hipertensión en los menores de 19 años de edad, y eso significa que se clasifica a 795,000 niños y adolescentes más con la afección que antes.

¿Pero eso es de verdad una mala noticia? Una especialista cardiaca cree que no.

"Las nuevas directrices sobre la hipertensión han reclasificado a los pacientes jóvenes que antes se pensaba que tenían una presión arterial 'normal' y que ahora caen en la categoría de hipertensión", dijo la Dra. Rachel Bond, que ayuda a dirigir la salud cardiaca de las mujeres en el Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York.

Las nuevas directrices son "un paso positivo hacia evaluar y estratificar el riesgo de esos pacientes jóvenes, que con frecuencia son descuidados por el sistema de la salud", apuntó.

Bond no participó en el nuevo informe, pero dijo que "al diagnosticar a los pacientes a una edad más temprana, podemos implementar modificaciones agresivas en el estilo de vida mediante la dieta y el ejercicio, con la esperanza de cambiar por completo su riesgo futuro de enfermedad cardiovascular".

El nuevo estudio fue dirigido por Sandra Jackson, investigadora cardiaca en el Centro Nacional de Prevención de las Enfermedades Crónicas y Fomento de la Salud de los CDC.

Antes de que la AAP cambiara el umbral de la hipertensión, los jóvenes de 12 a 17 años que ya tomaban un antihipertensivo o que estaban dentro del 5 por ciento superior de las lecturas de la presión arterial pediátrica se consideraban como hipertensos. Entre los que tenían de 18 a 19 años, la hipertensión se definía como unas lecturas de 140/90 mmHg o superiores, y/o el uso actual de un antihipertensivo.

En 2017, la AAP redujo esos umbrales. Ahora, los niños y adolescentes menores de 18 años tienen hipertensión si caen en las dos categorías de las directrices anteriores o si han tenido unas lecturas de la presión arterial de 130/80 mmHg o superiores. Entre los de 18 a 19 años, el umbral de la hipertensión se redujo a 130/80 mmHg y/o cualquier uso de antihipertensivos.

¿Qué efecto tuvo esto en la cantidad general de jóvenes de EE. UU. que se considera que tienen hipertensión?

Al observar los datos nacionales de salud de 2001 a 2016, los investigadores encontraron que, incluso usando las nuevas directrices, el porcentaje total de jóvenes de 12 a 19 años que tenían hipertensión se redujo de un 7.7 a un 4.2 por ciento. Eso fue así incluso aunque el porcentaje de jóvenes obesos aumentó de más o menos un 18 por ciento en 2001 a casi un 22 por ciento en 2016. La obesidad es un factor de riesgo importante de la hipertensión.

El equipo de Jackson teorizó que la reducción en el porcentaje de casos de hipertensión "podría estar relacionado con una mejor calidad de la dieta o con mejoras en la evaluación [de la presión arterial], y con unas intervenciones más tempranas en el estilo de vida o farmacológicas". Por ejemplo, muchas escuelas de EE. UU. han trabajado recientemente para reducir la sal y las comidas grasas de los menús de las cafeterías, y los investigadores dijeron que también ha habido un aumento en el uso de antihipertensivos entre los menores.

Pero a pesar de esas mejoras, y debido a los cambios en la definición de hipertensión pediátrica de la AAP, hubo un "aumento neto" de un estimado de 795,000 niños y adolescentes de 12 a 19 años de edad que cumplían con el nuevo umbral de la hipertensión, explicó el equipo de los CDC.

Menos sal y más actividad física

Los autores del estudio creen que esas cifras se pueden reducir mediante intervenciones nacionales, por ejemplo "reducir el sodio en el suministro de alimentos y promover la actividad física".

El Dr. David Friedman, director de servicios de insuficiencia cardiaca en el Hospital Judío de Long Island de Valley Stream de Northwell Health, en Nueva York, se mostró de acuerdo en que nunca es demasiado temprano para comenzar a cuidar la salud cardiaca.

"Evaluar e intervenir los factores de riesgo de la enfermedad cardiaca a una edad más temprana puede plantear una diferencia importante al intentar reducir el riesgo futuro", planteó.

Bond se hizo eco de esa idea.

"Aunque los menores por lo general no sufren las consecuencias de la hipertensión en los años pediátricos, si no se trata, la hipertensión, también conocida como 'el asesino silencioso', puede resultar en complicaciones múltiples más adelante en la vida", advirtió Bond.

Los nuevos hallazgos se publicaron en la edición del 13 de julio de la revista de los CDC, Morbidity and Mortality Weekly Report.

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