Un consumo 'moderado' de alcohol podría ayudar al corazón, pero solo si uno es constante, según un estudio

MIÉRCOLES, 22 de agosto de 2018 (HealthDay News) -- ¿Podría un hábito constante de consumo "moderado" de alcohol (poco más de dos bebidas al día para los hombres, y un poco menos para las mujeres) en realidad ayudar al corazón?

Esa es la sugerencia de un nuevo estudio de más de 35,000 adultos británicos y franceses cuya salud y hábitos de consumo de alcohol se registraron durante una década. Los investigadores encontraron que un consumo constante y moderado de alcohol se vinculaba con una mejor salud cardiaca que abstenerse del alcohol del todo.

Un consumo 'moderado' de alcohol podría ayudar al corazón, pero solo si uno es constante, según un estudio

Pero los investigadores del Colegio Universitario de Londres (UCL, por sus siglas en inglés) advirtieron que muchos otros factores del estilo de vida podrían explicar los hallazgos, y que solo encontraron una asociación, no una relación causal definitiva.

Una experta de EE. UU. que no participó en el estudio se mostró de acuerdo.

"Esta es una sugerencia de que un consumo bajo y consistente de alcohol podría tener un efecto protector en el desarrollo de la enfermedad de la arteria coronaria. Pero sigue sin estar claro si los efectos se atribuyen al alcohol o a unos patrones de estilo de vida saludables en general, como por ejemplo comer en comunidad, la actividad física o el respaldo social", comentó la Dra. Eugenia Gianos, directora de salud cardiaca de las mujeres en el Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York.

Según se informó en la edición del 22 de agosto de la revista BMC Medicine, un equipo dirigido por la Dra. Dara O'Neill, de la UCL, analizó los datos de seis estudios en que participaron más de 35,000 adultos en Reino Unido y Francia en un periodo de 10 años.

En ese periodo, casi un 5 por ciento desarrollaron una enfermedad cardiaca, y un 0.9 por ciento de esas personas fallecieron por problemas del corazón, mostraron los hallazgos.

Respecto a los hábitos de consumo de alcohol, la consistencia pareció ser la clave en cuando al riesgo cardiaco, señalaron los investigadores.

Los que consumían consistentemente unas cantidades moderadas de alcohol tenían un riesgo más bajo de enfermedad cardiaca que aquellos cuyos niveles de consumo de alcohol variaban con el tiempo. Los que bebían alcohol de forma moderada y consistente también tenían un riesgo más bajo en comparación con las personas que habían bebido en el pasado pero que habían dejado de hacerlo, y que las que nunca bebían, encontró el grupo de O'Neill.

La edad y el sexo también parecieron ser factores.

"Cuando dividimos la muestra según la edad, encontramos que el riesgo elevado de [enfermedad cardiaca] entre los que bebían alcohol de forma moderada 'inconsistentemente' se observó en los participantes mayores de 55 años, pero no en los que tenían una edad menor", comentó O'Neill en un comunicado de prensa de la revista.

"Quizá el grupo de mayor edad experimentó cambios en el estilo de vida, como la jubilación, que se sabe que ocurren junto con unos aumentos en el consumo de alcohol, y éstos podrían haber tenido un rol en las diferencias en el riesgo", añadió O'Neill.

Además, entre los abstemios a largo plazo, la abstención pareció aumentar el riesgo cardiaco en las mujeres, pero no en los hombres, encontró el estudio.

Un hallazgo inesperado fue que las personas que bebían empedernidamente de forma consistente tenían la incidencia más baja de eventos cardiovasculares, crisis como un ataque cardiaco o un accidente cerebrovascular.

Pero los investigadores advirtieron que esto podría ser una casualidad estadística.

Como las encuestas con frecuencia no captan a suficientes bebedores empedernidos como para alcanzar la significación estadística, "la interpretación de la ausencia de un efecto [malsano] en los bebedores empedernidos en el estudio actual se debe realizar de forma muy cuidadosa, sobre todo a la luz del conocido impacto más amplio en la salud de unos niveles elevados de consumo de alcohol", apuntó O'Neill.

Por su parte, Gianos enfatizó que todavía no se ha llegado a una conclusión sobre el efecto que incluso un consumo moderado de alcohol tiene en la salud general de una persona.

Por ejemplo, dijo, "también hay estudios que muestran un aumento en el riesgo de cáncer de mama con la ingesta de alcohol, y unos efectos negativos bien establecidos por un consumo empedernido de alcohol, así que todavía no podemos recomendar que las personas que no beben comiencen a hacerlo por los efectos protectores potenciales".

La Dra. Cathy Grines, directora de cardiología en el Hospital de la Universidad de North Shore en Manhasset, Nueva York, anotó que "hace mucho que se ha demostrado que un consumo moderado de alcohol (por ejemplo dos copas de vino para los hombres y una para las mujeres) tiene unos efectos beneficiosos para el corazón. Por ejemplo, los individuos que viven en Francia llevan una dieta pesada y rica en mantequilla, y unas tasas más altas de tabaquismo, pero tiene un riesgo más bajo de enfermedad cardiovascular, lo que es proporcional con [su] consumo moderado de alcohol".

Las teorías sobre la conexión abundan, dijo Grines, pero "se piensa que la reducción en el riesgo de enfermedad cardiovascular se debe, en parte, a los efectos beneficiosos del alcohol sobre el colesterol y la anticoagulación de la sangre".

Lo que es nuevo en el estudio de O'Neill es el énfasis en la consistencia del consumo de alcohol, añadió.

"Los efectos protectores del alcohol desaparecían si uno no bebía las mismas cantidades de forma regular", anotó Grines. "Muchos creemos que nos estamos 'desintoxicando' y ayudándonos con los periodos de abstinencia, pero eso [podría ser] una conjetura falsa".

Más información

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. ofrecen consejos para prevenir las enfermedades cardiacas.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

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