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Se gana la batalla contra las grasas trans

Un estudio de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) informó que el nivel de grasas trans ha disminuido en un 58% entre 2000 y 2009. 

Los datos de la investigación fueron revelados en una publicación reciente de la Asociación Médica Americana, y es la primera vez que se logra medir el nivel de estas grasas en la sangre humana. 

Se gana la batalla contra las grasas trans

Puntos clave

Según los expertos, este dato es muy alentador y se atribuye en gran parte a las medidas tomadas por la Administración de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) que a partir de 2006 exige que los fabricantes de alimentos y algunos suplementos dietarios informen al consumidor sobre la cantidad de grasas trans contenida en sus productos. 

Con estos índices se evidencia un progreso en los intentos de ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares en adultos, explicó el doctor Christopher Portier, Ph.D. del CDC. “Los esfuerzos realizados para reducir las grasas trans en la sangre deben ser un objetivo permanente en la salud pública”, agregó. “Por el momento sólo se han medido los índices entre adultos blancos, pero se está trabajando con datos de otras razas, grupos étnicos, niños y adolescentes”, informó el doctor Portier. 

A diferencia de otras grasas, las trans no son esenciales para la salud humana y son nocivas para el organismo. Las investigaciones indican que un alto consumo de ellas aumentan el riesgo de enfermedades cardiovasculares porque elevan el LDL o colesterol “malo”. 

El Departamento de Salud y Servicios Humanos de EU publicó una Guía de Alimentación donde recomienda mantener el consumo de grasas trans lo más bajo posible, limitando la ingesta de alimentos que contienen aceite parcialmente hidrogenado y grasas sólidas. El aceite parcialmente hidrogenado está presente en los aperitivos salados (palomitas de maíz y patatas fritas), productos precocidos (pizza, pescado y pollo empanado), galletas y galletitas. Las grasas sólidas se encuentran en el tocino y la panceta.

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