La dieta baja en sal ¿siempre es sana?

 Evitar los alimentos salados quizá no sea tan útil para su salud cardiaca como se pensaba, según un nuevo estudio de largo alcance sobre el corazón y el sodio.

"Las personas que seguían  una dieta baja en sodio [sal] en general durante los siguientes 20 o 30 años en realidad no obtuvieron ningún beneficio, concretamente en cuanto a su presión arterial o a su riesgo de desarrollar una enfermedad cardiaca", dijo la investigadora Lynn Moore, profesora asociada en la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston.

La dieta baja en sal ¿siempre es sana?
| Foto: SHUTTERSTOCK

Por otra parte, estas personas disfrutaron de una mejor salud cuando aumentaron su ingesta de potasio, un mineral que ayuda al corazón de dos maneras diferentes,  dijeron Moore y sus colaboradores.

"Unas ingestas más altas de potasio se asociaron firmemente con una presión arterial más baja y un riesgo más bajo de enfermedad cardiaca", dijo Moore. "Lo mismo pasaba con el magnesio".

Moore dijo que sus resultados muestran que la ingesta promedio de sodio (entre 3,000 y 3,500 miligramos [mg] al día) debería ser saludable, particularmente si también obtienen el suficiente potasio y magnesio.

"Parece que no hay un riesgo real añadido en ese rango", dijo Moore. "Creo que el estadounidense promedio probablemente lo está haciendo bien con respecto al sodio, pero casi todos los estadounidenses necesitan aumentar su ingesta de potasio".

Los alimentos ricos en potasio incluyen las verduras de hojas verdes oscuras, las patatas, los frijoles, el calabacín, el yogur, el salmón, el aguacate, los hongos y los plátanos.

Pero antes de agarrar el salero...

La Asociación Americana del Corazón (American Heart Association, AHA), defensores de la dieta baja en sodio.. cuestionó la validez del estudio y afirmó que seguirá recomendando que se limite la ingesta de sal.

"Hay ensayos clínicos realmente bien hechos que muestran una relación directa y progresiva entre el sodio y la presión arterial", dijo Cheryl Anderson, vocera de la AHA y profesora asociada de epidemiología cardiovascular en la Facultad de Medicina de la Universidad de California, en San Diego.

La AHA recomienda no más de 2,300 miligramos (más o menos una cucharadita) de sodio al día, y un límite ideal de no más de 1,500 miligramos (mg) diarios para la mayoría de los adultos.

El nuevo estudio llega justo después de otro estudio controversial publicado el año pasado el cual decía que restringir la sal  a menos de 3,000 mg al día era tan malo para el corazón  como aumentar como consumir más de 7,000 mg al día. La AHA también criticó el estudio anterior, que apareció en la revista The Lancet.

La importancia del potasio, calcio y magnesio

Los hallazgos de Moore se basan en los datos de más de 2,600 hombres y mujeres que participan en el Estudio del corazón de Framingham, un estudio sobre la salud cardiaca a largo plazo de personas de Framingham, Massachusetts.

Los participantes tenían una presión arterial normal al inicio del estudio. Pero, a lo largo de los 16 años siguientes, los que consumieron menos de 2,500 miligramos de sodio al día tendían a tener una presión arterial mayor que los participantes que consumieron más sodio, reportaron los investigadores.

Los investigadores también descubrieron que las personas con una ingesta más alta de potasio, calcio y magnesio tenían una presión arterial más baja a largo plazo.

El potasio ayuda a los riñones a deshacerse de la sal del cuerpo, lo que reduce los niveles de sodio, dijo Moore.

El mineral también ayuda a relajar los vasos sanguíneos y a hacerlos más flexibles, lo que puede ayudar a reducir la presión arterial, dijeron Moore y Anderson.

De todas maneras, los investigadores advirtieron que las personas que consumen mucha sal (5,000 miligramos al día) deberían reducirla.

Moore presentó los hallazgos el martes en la reunión anual de la Sociedad Americana de Nutrición (American Society of Nutrition), en Chicago. Los resultados se deben considerar preliminares hasta que los datos sean revisados por profesionales para su publicación en una revista médica.

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