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Hipertensión amenaza la salud pública mundial

De acuerdo con lo publicado en International Journal of Epidemiology, pese a que la hipertensión no es una enfermedad infecciosa, las conductas de riesgo asociadas con ella se están extendiendo rápidamente y se propagan con tanta eficacia como un agente infeccioso.

“Se ha sugerido que valiosas lecciones para la hipertensión podrían ser tomadas de políticas sobre el VIH/sida. Sin embargo, hay pocos indicios de que están siendo tenidas en cuenta. Nuestra respuesta a la epidemia mundial de la hipertensión parece poco mejor que nuestra respuesta al VIH/sida hace dos décadas: demasiado poco y demasiado tarde ¿Podemos despertarnos antes esta vez, antes de que millones de personas hayan muerto?", escribieron los autores del informe.

Hipertensión amenaza la salud pública mundial
| Foto: SHUTTERSTOCK

Puntos clave

  • La hipertensión podría convertirse en una epidemia mundial.
  • Las conductas de riesgo asociadas a la hipertensión se están extendiendo rápidamente.
  • A nivel mundial uno de cada tres adultos padece de hipertensión.

A su juicio, hay una "negación" y malentendidos sobre el impacto de la hipertensión, a pesar de que el número de muertes atribuibles a esta condición a nivel mundial en los próximos 20 años puede exceder sustancialmente la cifra de VIH/sida.

"El VIH es una de las principales prioridades de la salud mundial y es reconocida como una seria amenaza a la salud pública y muchos países pobres en desarrollo. La hipertensión es vista como una enfermedad de Occidente, de la prosperidad y, por tanto, de poca relevancia para los países más pobres", argumentan los profesores Peter Lloyd-Sherlock, Shah Ebrahim y Heiner Grosskurth.

Los especialistas resaltan que el hecho de que la hipertensión es una enfermedad no transmisible y los factores de comportamiento asociados a ella, como la obesidad, la falta de ejercicio físico y una dieta deficiente, hacen que sea difícil despertar el interés por combatirla y se tiene la visión equivocada de que no afecta a los grupos sociales más pobres.

Revelaron que Sudáfrica tiene el índice más elevado a nivel mundial de presión arterial alta entre las personas de 50 años y menos de una de cada 10 personas estaban controlando con eficacia su condición con medicamentos. Los autores del informe consideran que las tasas de hipertensión en los países de bajos y medianos ingresos son sorprendentes y que los niveles de tratamiento y control son insuficientes.

Más sobre la hipertensión

La Organización Mundial de la Salud (OMS), refiere que a nivel mundial uno de cada tres adultos padece hipertensión, trastorno que aumenta el riesgo de infarto, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia renal. Dicha proporción aumenta con la edad: una de cada 10 personas de 20 a 40 años, y 5 de cada 10 de 50 a 60 años.

La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos refiere que la presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias. Cada vez que el corazón late, bombea sangre hacia las arterias. En ese momento, la presión es más alta. A esto se le llama presión sistólica. Cuando el corazón está en reposo, entre un latido y otro, la presión sanguínea disminuye. A esto se le llama presión diastólica.

De acuerdo con un reporte de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), uno de cada tres adultos en Estados Unidos padece de presión arterial alta (67 millones) y más de la mitad de ellos (36 millones) no la tiene bajo control. El riesgo se incrementa a medida que se va envejeciendo.

Por lo general, la enfermedad por sí sola no produce síntomas. Una persona puede sufrirla durante años sin saberlo. Sin embargo, durante ese tiempo la presión arterial alta puede causar daños en el corazón, los vasos sanguíneos, los riñones y otras partes del cuerpo.

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