Desde los 16 años ella notó que sus piernas eran más anchas de lo normal y que parecía que tenía una banda elástica en su tobillo, sin embargo, los médicos le dijeron que era por la retención de líquidos y el sobrepeso, y debía seguir un régimen de dieta y ejercicios.
Claire pasó varios años tratando de perder peso, hasta que fue canalizada con un especialista y descubrió que padecía un raro mal llamado lipoedema, un trastorno crónico hereditario que hace que la grasa se acumule en muslos, piernas y caderas. 
El lipoedema generalmente sólo afecta a las mujeres, toda vez que el aumento del tejido adiposo en esas áreas depende de la hormona estrógeno y suele manifestarse luego de un embarazo o después de la pubertad.
Los lipoedemas son dolorosos a la presión y al contacto, incluso la ropa algo ajustada puede provoca dolor. Otro indicio de la enfermedad es la tendencia a padecer varices y hematomas. Las pacientes con lipoedema también pueden padecer de trastornos en la circulación de retorno venoso (tasa de flujo sanguíneo de vuelta al corazón).
En el caso de Claire, el dolor que sentía comenzó a limitar seriamente su vida. “Son dolorosas cada segundo del día”, dijo al diario británico Daily Mail que publicó su historia. “La gente me juzga con dureza, creyendo que soy sólo otra persona con sobrepeso”, añadió.
Hasta ahora, su condición ha sido tratada mediante masaje y medias de compresión, sin embargo, Claire confía en ser candidata para un tratamiento experimental de liposucción que se enfoca en los tejidos grasos de las piernas, el cual todavía está siendo probado. Pero antes de la intervención se debe comprobar que el sistema linfático no esté afectado por la enfermedad, en ese caso la liposucción está contraindicada.
La función principal de las células grasas es el almacenamiento de energía. La energía que no se gasta luego de ingerir alimentos se transforma en grasa y se guarda para ser utilizada en algún momento. Los adipocitos son las células especializadas en formar y almacenar grasa, crecen y aumentan de tamaño a medida que van acumulando energía, lo que a su vez se refleja en un aumento de peso.
La mejor manera de perder peso y no volver a ganarlo es comiendo menos calorías y manteniéndose activo.
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