Pagan para curarse con abrazos

Abrazos gratis”, decían los carteles que algunos jóvenes exhibían un tiempo atrás por las calles de distintas ciudades del mundo (foto abajo). Los transeúntes, entre sorprendidos y curiosos, se acercaban con sigilo, ¡y recibían un abrazo! Era un abrazo cálido y amistoso, y era innegable que ambos retornaban a sus tareas con una envidiable cara de placidez.  

Por otra parte, la industria china en su constante búsqueda de producción de objetos curiosos, lanzó al mercado una “almohada que abraza” (foto abajo). Los usuarios podían dormir con la sensación de que alguien los rodeaba con un abrazo amoroso. Pero era solo un trozo de tela vestida, acolchada y fría… 

Pagan para curarse con abrazos
| Foto: THINKSTOCK

Como los chinos y los muchachos y chicas de las pancartas, son muchos los que creen en el poder sanador del abrazo. Y algunos decidieron hacer de ello un negocio... en donde todos ganan.

Jacqueline Samuel, una mujer de Rochester de 31 años, es la creadora de “The Snuggery”, donde por $50 dòlares se puede acceder a 45 minutos de abrazos. Los mismos carecen de erotismo, ya que la desnudez y la actividad sexual queda descartada al traspasar las puertas del lugar. Solo se trata de tocarse cariñosamente para aprovechar la energía nutritiva que emana de los dos cuerpos en contacto. Y eso es todo. 

La mujer se define como" abrazadora profesional"es trabajadora social y está graduada como especialista en Ciencias Cognitivas y del Cerebro.  Con su emprendimiento quiere brindar un lugar donde restaurar las emociones, la salud física y la espiritual.

Las sesiones en The Snuggery son privadas y la duración habitual es de 45 minutos, por la que se pagan $50 dólares. Pero si se està muy necesitado de afecto se puede optar por toda una noche por $120 dólares, en incluso contratar a dos abrazadoras, en cuyo caso habrá que pagar 180 pesos por toda una noche de mimos. 

El requisito fundamental es bañarse antes de ir a la cama, lavarse los dientes, no usar colonias o perfumes y usar ropa cómoda. El que quiere puede conversar, y el que no, solo cerrar los ojos y disfrutar de alguna de las 100 posiciones que hay en un catálogo. De todos modos, la “cucharita” es la posición más solicitada por los clientes. . 

Antes del encuentro tienen una charla previa, y para quienes tienen temor de excitarse sexualmente, la terapeuta comenta que es algo que suele suceder. Sin reproches ni caras raras, solo debe contener sus ímpetus y disponerse a dormir, ya que el sexo está prohibido en la sesión de cariñosos abrazos. 

Kimberly Kilbride, una madre de tres hijos de 33 años también es abrazadora profesional. Cobra $400 dólares la noche de abrazos, y antes de hacer pasar a los clientes a su dormitorio, se asegura de haber guardado las fotos familiares y encerrado a los dos perros que tiene en su departamento de Nueva York.

Para quienes aman los abrazos y también la tecnología, tal vez se hayan bajado la app creada en 2014 Charlie Williams. Cuddlr (ffoto arriba) tiene más de 240,000 usuarios que solo desean conocerse para abrazarse y ser más felices. Segùn Williams, unas 7,000 personas al día recurren a la aplicación para abrazarse con desconocidos. 

A diferencia de los masajes terapeuticos, que necesitan una licencia y un entrenamiento especifico, no hay requisitos para ser abrazador profesional. El negocio parece ser floreciente, ya que incluso hay mujeres que mandan a sus maridos o parejas ¡a aprender a abrazar como se debe!

¿Qué pasa cuando nos tocamos?

El abrazo estimula regiones del cerebro que segregan serotonina y oxitocina, sustancias químicas que nos ayudan a ser más felices y serenos. A su vez se inhibe la producción de cortisol, u hormona del estrés. Estos beneficios ayudan a alejar las preocupaciones y la ansiedad, que en ocasiones son causales de enfermedades físicas y mentales.

En su trabajo “The Right Touch”, Jamie Rowen, de la Universidad de Berkeley explica que en EE.UU., especialmente en las escuelas, tocarse se ha convertido en un tabú y hay cierto temor de sufrir algún tipo de abuso, por eso se limita el contacto físico. Pero si se establecen límites para ese contacto, provoca una sensación placentera que genera confianza, aún entre dos desconocidos.

Los latinos parecen ser los más propensos a establecer contacto físico con sus semejantes. Un estudio de 2004 publicado por el Journal de Psicología Social, titulado Diferencias culturales y de género en relación al contacto físico, demostró que entre un grupo de participantes italianos, checos y estadounidenses, los hombres y mujeres italianos fueron los más propensos a tener contacto físico, en especial con las manos.

¿Realmente es bueno abrazarse?

La licenciada María Rosa Rivero, psicóloga especialista en género y familia egresada de la Universidad de Buenos Aires, explicó a HolaDoctor que el abrazo “tiene una ventaja sobre las otras formas de brindar afecto: es asexual. Es una necesidad fundamental que tenemos todos los seres humanos de recibir afecto. Y este afecto produce bienestar corporal, emocional y psicológico”.

La experta informa que un abrazo aumenta la alegría, ayuda a tener un sueño reparador y un mejor despertar. Desde el punto de vista biológico, esto es posible gracias a que produce la liberación de oxitocina, que es conocida como la hormona del amor o de la felicidad.

Pero lo más importante, más allá de la química corporal, Rivero rescata que el abrazo ayuda a sentir confort y eso aumenta la sensación de paz y felicidad, une con el otro y permite alejarse de la temida soledad.

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