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El cerebro se encoge con una alimentación inadecuada

Los adultos mayores con niveles altos de ácidos grasos omega 3 y vitaminas B, C, D y E en la sangre rindieron más en ciertas medidas de las capacidades de pensamiento, y también tendían a tener un mayor volumen cerebral, halla un estudio reciente.
A las personas mayores con niveles más altos de grasas trans en la sangre les fue peor en ciertas pruebas de pensamiento que a las que tenían niveles más bajos de las grasas malsanas. Además, tenían más encogimiento cerebral. Los investigadores dijeron que los hallazgos sugieren que los nutrientes trabajan "sinérgicamente" entre sí para proteger la salud cerebral. El estudio aparece en la edición en línea del 28 de diciembre y en la edición impresa del 24 de enero de la revista Neurology.
En el estudio, los investigadores midieron los niveles de más de 30 nutrientes en la sangre de 104 personas con una edad promedio de 87 años. En general, los participantes eran personas bien educadas, que no fumaban y que estaban en buena salud. Tenían relativamente pocas enfermedades crónicas, y estaban libres de problemas de memoria y de pensamiento.
Al envejecer, hay cierta cantidad de atrofia, o encogimiento, del cerebro. Un encogimiento más significativo se asocia con el declive mental y la enfermedad de Alzheimer. Los investigadores hallaron que varios nutrientes parecían afectar distintos aspectos del pensamiento, lo que sugiere que trabajan sobre distintas vías del cerebro.
Los ácidos grasos omega 3, que se hallan en alimentos como el salmón, se asociaron con una mejor función ejecutiva y menos cambios en la materia blanca del cerebro, pero no hubo asociación entre los omega 3 y ninguna otra medida de capacidades mentales.
El grupo estudiado era único en el sentido de que estaban inusualmente sanos para su edad. Los resultados podrían ser distintos en un grupo de adultos mayores menos saludables. Por ejemplo, investigaciones anteriores observaron la administración de complementos de ácido graso omega 3 a pacientes de Alzheimer, y hallaron que no ayudaba.
Además, otra variable es que las personas mayores que comen muchos alimentos que contienen esos nutrientes podrían tener dificultades para absorberlos. Aún así, el estudio sugiere que tiene mucho sentido limitar las grasas trans, que con frecuencia se hallan en la comida frita, las rosquillas, las pastas, la masa de pizza, las galletitas, las galletas saladas y las margarinas y grasas sólidas, y comer muchas frutas, verduras y pescado graso.
"La pregunta es la siguiente: ¿Deben las personas comer alimentos más saludables, o alejarse de los malsanos? Parece que hay que hacer ambas cosas. Comer más alimentos saludables y alejarse de los malsanos", aconsejó Bowman.

El cerebro se encoge con una alimentación inadecuada

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