¿Discutes con tu pareja?, puedes tener baja la glucosa

El estudio, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) en el que se midió el nivel de enfado y la glucosa de 107 parejas de casados, mostró cómo el nivel de azúcar en sangre puede desempeñar un papel clave en las discusiones de pareja y hasta en posibles casos de violencia doméstica.

Para llegar a dicha conclusión, los investigadores midieron dos veces al día (antes del desayuno y antes de irse a dormir) durante 21 días consecutivos los niveles de glucosa en sangre de los participantes. Todas las parejas respondieron un cuestionario con preguntas sobre su relación para conocer cuál era el nivel de satisfacción.

¿Discutes con tu pareja?, puedes tener baja la glucosa
| Foto: SHUTTERSTOCK

Puntos clave

  • Un bajo nivel de glucosa favorece la agresividad en las discusiones de pareja.
  • La glucosa es el combustible principal del cerebro y necesaria para el autocontrol.
  • A menor nivel de azúcar, mayor el nivel de ira y agresividad.

Muñeco vudú, alfileres y castigo

La prueba consistía en que durante el día tenían que insertar alfileres en el muñeco según su nivel de enfado con la pareja. Los resultados revelaron que cuanto más bajo era el nivel de glucosa, más alfileres clavaban en el muñeco. De hecho, las personas con poca azúcar en la sangre pusieron dos veces más alfileres que las que tenían el nivel más elevado, dijeron los investigadores.

Para corroborar que realmente había una causa-efecto entre la glucosa baja y la agresividad, los mismos voluntarios fueron sometidos a otro estudio experimental. Esta vez se les pidió que compitieran con su pareja en una prueba de reflejos. Se trataba ver quién era más rápido apretando un botón cuando veían cómo un cuadrado blanco se volvía rojo en una pantalla. Los matrimonios estaban en habitaciones diferentes y el ganador podía penalizar a su oponente con un ruido fuerte y desagradable.

El resultado constató que quienes presentaban menores niveles de glucosa eran los que penalizaban a su pareja con un ruido más fuerte y durante más tiempo.

Impulsos agresivos y conducta

Para los autores de la investigación hay una clara relación entre los impulsos agresivos, como los que se observaron con los muñecos, y una conducta agresiva real. Esto sucede básicamente porque el autocontrol se alimenta de la glucosa en la sangre, y cuando esta energía se agota, provoca una disminución de esta capacidad.

La glucosa es el azúcar natural presente en los alimentos que comemos como granos, verduras, frutas y vegetales, y es el combustible principal de las neuronas. Sin glucosa, el cerebro no puede trabajar. La concentración normal de glucosa oscila entre 90 y 110 miligramos por decilitro en sangre.

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