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Ordenan desconectar a embarazada en estado vegetativo

Marlise Muñoz dejó de recibir oxígeno en su cerebro, cuando un coágulo pulmonar la puso abruptamente en estado vegetativo. Al momento de su "muerte legal", tenía 14 semanas de embarazo.

Su esposo, Erick, y los padres de Marlise están desesperados: los médicos le han dicho que la condición de Marlise es irreversible, y que las chances de supervivencia del bebé sin daños graves son bajas. A este pronóstico doloroso se suman las cuentas médicas que en cualquier momento superarán el medio millón de dólares.

Ordenan desconectar a embarazada en estado vegetativo
| Foto: SHUTTERSTOCK

Puntos clave

  • Marlise Muñoz está en estado vegetativo y embarazada.
  • Su familia quiere desconectarla, pero las leyes de Texas no lo permiten.
  • El costo de su estadía en el hospital ya supera el medio millón de dólares.

Pero el John Peter Smith Hospital, en Forth Worth, Texas, tuvo todo este tiempo las manos atadas para cumplir con el deseo familiar ya que este estado prohíbe desconectar la asistencia respiratoria en el caso de una embarazada.

Este caso, cuyos límites éticos y médicos exceden las miles de páginas de la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio (ACA, popularmente conocida como Obamacare), pone en el debate el manejo médico de la vida —y la muerte—, y los costos hospitalarios que rozan la insania.

El costo diario de la ventilación artificial es de $1,500, según un estudio publicado por los Institutos Nacionales de Salud. Según el Healthcare Blue Book, la estadía diaria de un paciente en una sala de cuidados intensivos, cuesta $5,000.

La cesárea a la que obviamente será sometida porque jamás podrá pujar puede superaba los $10,000.

Al nacer, el bebé habría ido directo a la Unidad de Cuidados Intensivos, en donde permanecerá de 2 a 4 meses, dependiendo de cuán prematuro sea. Un día en esta sala de neonatología ronda los $5,000.

Al momento del parto, las cuentas médicas de la familia Muñoz —ella trabajaba como paramédica, su esposo es bombero— habrían oscilado entre los $500,000 y casi el millón de dólares.

Y, aún cuando esos números estén sobre la mesa, el dilema ético aún seguirá abierto: ¿se debe desconectar a una embarazada o no?

Los expertos dicen que el hospital está siguiendo la ley, más allá de los deseos de la familia. La intervención de un juez fue necesaria para indagar aún más en la muerte cerebral de Marlise. Y finalmente, el tribunal decidió que debía ser desconectada.

La literatura médica indica que entre 1979 y el 2000 se registraron 11 casos de embarazadas en estado vegetativo, son extremadamente extraños. En diez de ellos, el embarazo llegó a término. Todos los bebés nacieron prematuros, con pesos que oscilaron en las 3.5 libras, según un estudio publicado en la revista "Obstetrical and Gynecological Survey", realizado por el Departamento de Obstetricia y Ginecología del Centro de Salud de la Universidad de Connecticut.

El artículo científico reporta en detalle específicamente un caso, en el cual el bebé nació con un problema respiratorio agudo pero, luego de permanecer 76 días en cuidado neonatológico intensivo, fue dado de alta. Sobrevivió.

La mamá en cambio fue desconectada tras el parto y murió a los 37 minutos.

Junto con Texas, otros 11 estados han promulgado leyes que impiden procedimientos como la desconexión, y validan cualquier forma de mantener viva a la mamá. Estas leyes apuntan a defender el derecho a la vida del feto.

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