Amamantar reduce el riesgo de esclerósis múltiple

Las mujeres con un historial más largo de haber amamantado podrían ser menos propensas a desarrollar esclerosis múltiple (EM) que las madres que no dan el seno o que amamantan durante periodos más cortos, sugiere un nuevo estudio.

Los investigadores compararon a casi 400 mujeres con EM o su precursor, conocido como el síndrome clínicamente aislado (SCA), con un grupo similar con un buen estado de salud. Encontraron que las madres que dieron el seno a uno o más niños durante un total de 15 meses o más tenían un 53 por ciento menos de probabilidades de desarrollar EM o SCA que las que habían amamantado entre cero y cuatro meses en total.

Amamantar reduce el riesgo de esclerósis múltiple
La lactancia materna brinda beneficios de salud para la madre y el bebé. | Foto: ISTOCK

"Nadie había mostrado antes que amamantar pudiera tener un beneficio prolongado en el sistema inmunitario de la madre", apuntó la autora del estudio, la Dra. Annette Langer-Gould, científica investigadora en neurología en Kaiser Permanente, en Pasadena, California.

"Esta es otra evidencia de que las mujeres que deseen dar el seno deben recibir respaldo para hacerlo", añadió Langer-Gould. "No es bueno solo para el bebé, sino que quizá tenga unos beneficios prolongados para la salud materna".

Se estima que 400,000 estadounidenses (y 2.5 millones de personas en todo el mundo) tienen EM, según la Multiple Sclerosis Foundation. Se trata de una enfermedad autoinmune incurable, lo que significa que el cuerpo ataca a sus propios tejidos, con frecuencia provocando entumecimiento, hormigueo, dificultades de intestinos y vejiga, problemas para caminar y problemas de pensamiento. La EM afecta de forma desproporcionada a las mujeres en edad fértil, en comparación con los hombres o las mujeres mayores.

La investigación existente ha revelado varios beneficios más de salud relacionados con la lactancia materna, entre ellos unos riesgos más bajos de diabetes tipo 2, de cáncer de mama y de ovario, y de ataque cardiaco. Esos beneficios parecen aumentar en las mujeres que amamantan durante más tiempo.

En el nuevo estudio, Langer-Gould y su equipo analizaron a 397 mujeres (con una edad promedio de 37 años) recién diagnosticadas con EM o SCA, un primer episodio de síntomas que podría o no progresar hasta llegar a ser EM. Ese grupo se comparó con 433 mujeres sanas de la misma edad y raza, que completaron cuestionarios que se enfocaron en sus embarazos, la lactancia, el uso de anticonceptivos hormonales y factores relacionados.

De las mujeres sanas, 85 habían dado el seno durante 15 meses o más, frente a 44 de las que tenían EM. Entre las mujeres sanas, 110 habían dado el seno durante 0 a 4 meses, frente a 118 de las que tenían EM.

Langer-Gould había pensado inicialmente que la falta de ovulación podría tener un rol en el riesgo de EM. Pero los resultados mostraron que la cantidad total de años de ovulación de una mujer no se vinculaba con el riesgo de EM. Tampoco hubo otros factores relacionados, como la cantidad de embarazos o el uso de anticonceptivos hormonales.

Beneficios de la lactancia

En vez de ello, Langer-Gould cree que la lactancia materna prolongada suprime las células pro-inflamatorias que quizá contribuyan al desarrollo de la EM.

"Es del todo especulativo porque, una vez más, nadie en realidad lo ha estudiado", dijo. La nueva investigación no prueba una relación causal entre amamantar más tiempo y un riesgo más bajo de EM, solo que hay una asociación.

Nicholas LaRocca es vicepresidente de investigación sobre la administración de la atención de la salud y políticas de la Sociedad Nacional de Esclerosis Múltiple (National Multiple Sclerosis Society). Dijo que la nueva investigación es "otra pieza del rompecabezas", dado que las investigaciones previas habían establecido relaciones entre el riesgo de EM y los eventos biológicos relativos al embarazo y al nacimiento.

"Creo que en los últimos años estamos aprendiendo que el sistema inmunitario, que sabíamos que era complejo, es más complejo de lo que pensábamos y tiene varias relaciones más con otras partes y aspectos del cuerpo", dijo LaRocca.

Langer-Gould y LaRocca se mostraron de acuerdo en que se necesita más investigación para definir mejor los factores biológicos implicados en la lactancia materna y el riesgo de EM.

"Creo que ahora hay que ver si estos resultados se pueden replicar, y también intentar encajarlo con todo lo demás que sabemos sobre el riesgo de EM", planteó LaRocca.

"Y por supuesto esto es un factor de riesgo modificable, así que ofrece a las mujeres otro motivo por el que deben pensar en amamantar", añadió. "Parece tener varios beneficios positivos, sobre todo para alguien que quizá tenga un riesgo más alto para comenzar, por ejemplo antecedentes familiares de EM".

Langer-Gould dijo que más investigación sobre el vínculo entre la lactancia materna y el riesgo de EM podría potencialmente ofrecer pistas sobre el desarrollo de la EM en general, independientemente del sexo, la edad o el estatus de fertilidad.

"Siempre existe el potencial de encontrar un nuevo marcador o vía", comentó.

El estudio aparece en la edición en línea del 12 de julio de la revista Neurology.

Más información

La Oficina de Salud de las Mujeres de EE. UU. ofrece más información sobre los beneficios de la lactancia materna.

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