El primer caso en Senegal se trata de un estudiante de Guinea que estuvo en su país, en contacto cercano con parientes infectados. Esa nación, junto con Liberia, Sierra Leona y Nigeria, ya acumulan cerca de 1,600 muertes por esta infección.
Awa Marie Call, ministra de Salud de Senegal, dijo el 29 de agosto que el joven había desaparecido de Conakry, la capital de Guinea, tras tener contacto cercano con parientes enfermos. Al llegar a Dakar, la capital de Senegal, tres semanas después, ya presentaba síntomas avanzados.
La ministra explicó que las pruebas al joven dieron positivo para el Ébola y se realizaron en la sede del Instituto Pasteur en ese país.
Para evitar que el virus llegara a Senegal, al autoridades habían cerrado hace pocos días la frontera sur con Guinea y habían clausurado los vuelos a ese país, Sierra Leona y Liberia.
Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), las muertes por Ébola hasta el 28 de agosto sumaban 1,552, con 1,752 casos confirmados. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que, de seguir este ritmo, la epidemia sumaría pronto más de 20,000 casos.
El Ébola se registró por primera en 1976 en la Zaire. Es una fiebre hemorrágica que causa fiebre alta, tremendo dolor muscular y sangrados graves, por todos los orificios imaginables. Entre que se contrae el virus y se presentan los síntomas pueden pasar hasta dos semanas.
El virus del Ébola se contagia de persona a persona. Pero no es un virus aeróbico como lo era por ejemplo el de la viruela, no se contrae inhalando partículas de aire que contengan el virus, sino estando en contacto muy cercano con el paciente infectado.
A diferencia del VIH, el virus que causa el sida, que se toma su tiempo para infectar y puede manifestarse años después de estar dentro de un organismo, el Ébola, una vez que ingresa al cuerpo, lo aniquila.
Hasta el momento no existe una cura farmacológica para este virus es decir, no hay una droga curativa, o una vacuna terapéutica. Sí existen los llamados cuidados paliativos como el manejo de la fiebre, el cuidado de los sangrados, etc, que logran controlar la infección y eventualmente erradicarla del organismo.
Sin embargo, esto ocurre en pocos casos: el Ébola tiene una mortalidad que va del 60% al 90%.
Cuando se desató esta epidemia en diciembre del 2013 las investigaciones científicas se intensificaron. Y una droga llamada Zmapp ahora es la que se muestra más promisoria para tratar la infección: la erradicó en un 100% en pruebas con monos.
Aunque no todavía no estaba testeada en humanos, Zmapp se administró al doctor Ken Brantly y a la enfermera Nancy Writebol, los dos samaritanos estadounidenses que se contagiaron el Ébola trabajando en Guinea.
Ambos están recuperados y ya fueron dados de alta.
Los ensayos en seres humanos de una vacuna preventiva comienzan a principios de septiembre.
