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El trasplante de células islote aún no cura la diabetes tipo 1

MIÉRCOLES 27 de septiembre (HealthDay News/HispaniCare) -- El estudio más reciente sobre la trasplantación de células islote tiene buenas y malas noticias para las personas que tienen diabetes tipo 1.

La buena noticia es que alrededor de la mitad de los que recibieron un trasplante de células islote no dependía de la insulina un año después del trasplante; y la mala es que al final del segundo año ese número se redujo a uno de cada siete.

El trasplante de células islote aún no cura la diabetes tipo 1

Aún así, los investigadores esperan que con las mejoras en los aspectos técnicos del procedimiento, y el uso de mejores medicamentos antirrechazo, esas cifras asciendan.

"Una cantidad descomunal de control glucémico puede ser administrada con el trasplante de los islotes", aseguró el autor del estudio, el Dr. A.M. James Shapiro, director del programa clínico de transplantes de islotes en la Universidad de Alberta en Edmonton, Canadá.

Para las personas con diabetes, señaló que "definitivamente hay una esperanza y entusiasmo en el horizonte. Contamos con un tratamiento consistente para los humanos, que no está en fase experimental con roedores".

Se espera que los resultados del estudio aparezcan en la edición del 28 de septiembre del New England Journal of Medicine.

"Ahora podemos contemplar esa posibilidad como si mirásemos el vaso medio lleno en lugar de medio vacío", aseguró el Dr. Jonathan Bromberg, que dirige el instituto de trasplante de la Escuela de Medicina Mt. Sinai de la ciudad de Nueva York.

Para las personas que tienen diabetes tipo 1, apuntó Bromberg, el vaso está ciertamente medio lleno a medida que progresan los trabajos en la trasplantación de islotes y afloran algunos logros. Sin embargo, destacó, que para los legisladores y gestores de la atención médica, el vaso parece medio vacío porque aunque ha habido un éxito modesto en los trasplantes de islotes, "deben determinar si esta es la mejor manera de gastar los recursos limitados de la atención médica en lugar de hacer evaluaciones y brindar un cuidado más intensivo de la diabetes para un gran número de pacientes".

El campo de la trasplantación de islotes es relativamente joven, ya que el primer éxito real se consiguió hace seis años con el equipo de Shapiro en Edmonton.

"Hasta la publicación del primer estudio de Edmonton, la trasplantación de islotes había estado inactiva durante una década y media", dijo Bromberg.

El procedimiento usado por los investigadores canadienses para ese estudio fue tan exitoso que se denominó protocolo de Edmonton. El procedimiento comprende la recopilación de un millón de células islote del páncreas de un donante, las células se purifican y luego se inyectan en el hígado de alguien que tenga diabetes tipo 1.

Treinta y seis pacientes participaron en el estudio actual, y para ser incluidos, debían haber sido tratados con tratamientos estándares para la diabetes que no dieron resultado y también tener episodios severos y recurrentes de azúcar baja en la sangre (hipoglucemia).

Los voluntarios se sometieron a una trasplantación de islote en uno de nueve centros internacionales. Los islotes procedían de donantes que habían fallecido, y todos se trasplantaron en el plazo de dos horas tras su cultivo.

Al igual que en otros trasplantes, los pacientes tienen que tomar medicamentos inmunosupresores para que sus cuerpos no rechacen las células foráneas.

Tras un año, 16 personas (44 por ciento) estaban libres de la insulina. Otro 28 por ciento tenía un control glucémico parcial gracias a los islotes en funcionamiento, mientras que el 28 por ciento restante tenía lo que se conoce como una pérdida completa del injerto después de un año. Eso significa que las células trasplantadas ya no funcionaban.

De los 16 que superaron la dependencia de insulina durante un año, cinco aún permanecían libres de insulina al cabo de los dos años.

"En general, los resultado son impresionantes", apuntó Shapiro. "El aspecto más importante es reconocer que este es el primer ensayo multinacional que se realiza sobre la trasplantación de islotes. En algunos de los centros esto no se había llevado a cabo antes".

"Este campo puede perfeccionarse. Con ajustes en el protocolo y cambios en los medicamentos antirrechazo", agregó Shapiro, la tasa de éxito debería subir aún más. Anotó que su grupo está probando actualmente nuevos medicamentos antirrechazo, una necesidad apremiante porque la clase actual de inmunosupresores puede llegar a ser tóxica para las células islote.

Shapiro dijo que la cuestión del suministro es otro problema que tendrá que abordarse a medida que la técnica mejore y más personas reciben estos trasplantes.

"Hay mucha esperanza de que la trasplantación de islotes pueda cambiar la vida de las personas que tienen diabetes, pero existe un amplio espectro de modalidades disponibles para tratar la diabetes hoy en día (bombas de insulina, insulina semi-sintética y más) y cada una mejora la vida de los diabéticos", señaló Bromberg.

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