Empezó el gimnasio, dejó las gaseosas y bajó 160 libras

Teena Henson es una mujer de 54 años que vive en Gilmer, una ciudad de Texas, y anhelaba poder concurrir a uno de esos gimnasios que permanecen “siempre abiertos”, las 24 horas del día y los 7 días de la semana. El lugar le resultaría perfecto si además fuera ese tipo de establecimiento que admite alumnos de todos los niveles de entrenamiento. Hoy en día hay una amplia gran variedad de gimnasios, algunos solo para gente delgada, otros para obesos y personas con sobrepeso; también están los exclusivos para mayores de 50 años o incluso los reservados para deportistas avanzados. 

En marzo de 2011 llegó a Gilmer ese gimnasio siempre abierto que tanto anhelaba, y con él una oportunidad para cambiar. Con una altura de 5’4” (1,64 m) y 332 libras (150 kg), Teena sabía que su dieta poco saludable y una vida sedentaria no eran lo mejor para ella. Si bien hasta el momento no había tenido grandes problema de salud, tanto sus padres como sus tres hermanos eran diabéticos y por lo tanto, ella era una enferma en potencia. 

Empezó el gimnasio, dejó las gaseosas y bajó 160 libras
Teena Henson | Foto: FACEBOOK

Otras veces la mujer ya había intentado bajar de peso sin éxito, pero el entusiasmo por alguna dieta no le duraba más que unos días. Por eso se propuso un cambio de vida, y empezó a entrenar a diario, entre 30 minutos y una hora. También eliminó las sodas, y el primer mes logró bajar 18 libras (8kg).

Al tiempo, y contenta por los resultados, empezó a comer más sano, y cuando iba a un restaurante de comidas rápidas cambiaba el pollo frito por el pollo asado, y reemplazaba las papas fritas por una ensalada. Para fin de 2011 ya había bajado 64 libras (29 kg) y se sentía más sana que nunca. Esto le permitió ayudar a su madre enferma, a la que pudo asistir hasta su muerte.

A medida que pasó el tiempo hizo más cambios en su dieta, ya que empezó a consumir granos enteros, vegetales frescos y quínoa. Los fines de semana se dedicaba a cocinar y dividir en porciones, que congelaba para comer día a día. Así pudo tener mejor control de las calorías, ya que se había propuesto consumir 1200 al día. 

En menos de 3 años, Teena logró perder 166 libras, que representa el 50% de su peso. Según confesó en una entrevista a la CNN, bajar de peso la ayudó a encontrar una fuerza interior y descubrir que era una mujer muy valiosa.

Su cambio fue tan increíble que su médico, quien monitoreó todo su proceso de adelgazamiento, usa su foto para motivar a otros pacientes, para que sepan lo que se puede conseguir con determinación. “Los pequeños cambios que uno puede hacer en su estilo de vida, pueden producir otros grandes cambios”, reconoció Teena. “Y no solo en el cuerpo físico, sino también en la mente”, agregó.

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