Una investigación realizada por el Hunter College, de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de la Ciudad de Nueva York analizó el impacto que tiene en la vida futura la obesidad durante la juventud.
El estudio fue conducido por Jennifer Dowd, profesora de epidemiología y bioestadística y halló que la gente que es obesa a los 25 años tiene más probabilidades de padecer obesidad mórbida a los 35. 
Los investigadores utilizaron datos de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición de 1999 a 2010 realizada en EE.UU. Según surge de esta información, los hombres obesos a los 25 tienen 23,1% más de probabilidades de ser obesos mórbidos a los 35, en contraste con un 1.1 % de probabilidades en hombres de peso normal.
En el caso de las mujeres los datos son más desalentadores: los valores ascienden a 46,9% más de probabilidades de obesidad mórbida en la adultez entre obesas de 25 años, contra un 4,8% entre las de peso normal a los 25.
A juzgar por los resultados del estudio, los investigadores aseguran que el hallazgo es positivo, ya que si bien la obesidad a largo plazo causa riesgo cardiovascular y metabólico, bajar de peso puede ayudar a reducir el riesgo, independientemente del tiempo durante el cual una persona ha tenido sobrepeso.
Según explica la investigadora Dowd, “Los resultados sugieren que los riesgos de la obesidad en el largo plazo se deben a la probabilidad de ser obeso en la adultez y no al tiempo que se fue obeso. En cierta medida, es una buena noticia porque los jóvenes obesos o con sobrepeso que tomen recaudos para dejar de serlo, pueden prevenir sus factores de riesgo”.
Otra investigadora del estudio, Anna Zajacova, PhD, advierte que aunque la obesidad no tenga efectos cardiovasculares y metabólicos en la juventud, no significa que no afecte la salud. La obesidad sostenida incide en otros aspectos como la movilidad y ciertas enfermedades que afectan a músculos y huesos.
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