Este contenido ha sido archivado y puede no estar actualizado

Nuevo estudio ratifica los beneficios del ejercicio en los diabéticos

Un nuevo estudio ratificó que las personas obesas con diabetes tipo 2 que logran bajar aunque sea unas pocas libras y se mantienen, tienen varios beneficios en el largo plazo. Por ejemplo, se reduce el riesgo de contraer enfermedades crónicas de riñón, depresión y afecciones en la vista. También evidencian un mejor control de los niveles de azúcar en la sangre, aumentan su calidad de vida, tienen menos visitas al hospital, consumen menos medicación y por ende, tienen menos gastos médicos. Sin embargo, no bajan los riesgos de sufrir un ataque cardiaco o un accidente cerebrovascular, según advierten los autores del estudio. 

En la reunión anual de la Asociación Americana de Diabetes, en Chicago, Rena Wing, profesora de psiquiatría y comportamiento humano de la Brown University, y presidenta de Look AHEAD (Action for Health in Diabetes), declaró que tras evaluar los resultados del estudio, hallaron que bajar de peso es importante, pero por razones distintas a las que pensaban. En verdad, el estudio buscaba investigar si la pérdida de peso reducía los riesgos de ataque cardiaco y accidentes cerebrovasculares. 

Nuevo estudio ratifica los beneficios del ejercicio en los diabéticos
| Foto:

Puntos clave

Tim Church, director de investigaciones de medicina preventiva del Centro Pennington de Investigación Biomédica, en Baton Rouge, explica que ya había estudios a corto plazo que demostraban los beneficios de bajar de peso en pacientes diabéticos. Sin embargo, “este es el primer estudio grande y a largo plazo que examina varios aspectos de sus beneficios para la salud”, aclara el experto. 

En el estudio, se evaluaron 5,145 personas obesas de todo el país, con diabetes tipo 2. Su peso promedio al comienzo del estudio era de 200 libras (90 kg). La mitad de ellos siguió una dieta intensiva y un programa de ejercicios, y recibieron estrategias para bajar de peso reduciendo calorías y aumentando la actividad física. La otra mitad recibió un programa general de educación para diabéticos, con asistencia varias veces al año. Todos los participantes continuaron con el asesoramiento de sus médicos habituales y fueron monitoreados durante 10 años. Los resultados fueron los siguientes: 

  • El grupo que hizo dieta y ejercicio bajó de peso un promedio de 8.6 % durante el primer año, que se mantuvo en un 6 % en los 10 años siguientes. El grupo de la educación para la diabetes bajó un 1 % de su peso, que aumentó a 3,5 % al cabo de 10 años. 
  • El grupo de dieta y ejercicio tuvo un riesgo 31 % menor de desarrollar enfermedades crónicas de riñón, en comparación con el otro grupo. También mostró mejor nivel de hemoglobina, que mide el nivel de azúcar en la sangre, y más HDL, o colesterol “bueno”.
  • Según explica Wing, en ninguno de los grupos varió el riesgo de ataque cardíaco y stroke, que sin embargo fue bajo debido al adecuado manejo médico que existe en pacientes diabéticos. 

En EE.UU. hay casi 26 millones de niños y adultos diabéticos (8.3 % de la población). Hay dos formas principales de diabetes: tipo 1 y tipo 2, que afecta a un 90 o 95 % de los casos. En las personas con diabetes, el cuerpo no produce suficiente cantidad de la hormona insulina, o no la procesa correctamente. La insulina ayuda a que la glucosa (azúcar) ingrese en las células para producir energía, y si ésta permanece en la sangre daña los nervios y los vasos sanguíneos. Por todo esto, la diabetes puede producir enfermedades cardiacas, accidentes cerebrovasculares, fallas renales, amputación de miembros inferiores y ceguera.

Según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) las personas más propensas a desarrollar prediabetes y diabetes tipo 2 son los mayores de 45 años, quienes tienen sobrepeso, familiares con diabetes, mujeres con diabetes gestacional y personas sedentarias que hacen actividad física menos de 3 veces a la semana. 

Comparte tu opinión