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Las malas noticias abren el apetito

Algunas personas suelen bajar de peso ante un gran disgusto o en épocas en las que todo sale mal. Pero según un estudio, las épocas de crisis económica pueden llevar a las personas a comer mucho más de lo que comerían en condiciones normales, halla un estudio reciente. El autor del estudio no propone una solución para reducir la ingesta de calorías pero sí da una receta sencilla: ¡que se dejen de escuchar malas noticias!

Un grupo de voluntarios participó en un estudio en el que se les dio numerosos mensajes sobre los tiempos difíciles actuales, y comieron casi un 40 por ciento más de comida que aquellos a los que mostraron mensajes neutros. Los investigadores también hallaron que los mensajes sobre los tiempos de crisis provocaban el deseo de comer más alimentos ricos en calorías.

Las malas noticias abren el apetito
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Puntos clave

En un experimento, se dijo a los participantes que iban a participar en una prueba de sabor para un nuevo tipo de chocolates M&M's. Les dijeron que había un bol lleno de M&M's con chocolate rico en calorías y otro bol con M&M's con chocolate con un bajo contenido calórico. En realidad, los dulces no eran distintos.

Antes de realizar la prueba, se enseñó a los participantes posters con frases neutras o con frases sobre enfrentamientos y adversidades. Aquellos que vieron los posters de enfrentamientos y adversidades comieron alrededor de un 70 por ciento más de dulces "ricos en calorías" que los de "bajos en calorías", y los que vieron los posters neutrales comieron aproximadamente la misma cantidad de ambos tipos de dulces.

"A partir del estudio, está claro que el sabor no fue lo que provocó las reacciones, sino las ansias de comer calorías", afirmó el autor del estudio Juliano Laran, profesor asistente de mercadeo de la Facultad de Administración de Empresas de la Universidad de Miami, en un comunicado de prensa de la revista.

"Estos hallazgos podrían tener implicaciones positivas para los individuos en el campo de la atención de la salud, para las campañas del gobierno sobre la alimentación y para las compañías que promueven el bienestar. Y, por supuesto, habrá que tener cuidado con los vendedores de comida perspicaces que traigan malas noticias", añadió.

"Los hallazgos de este estudio llegan en un momento en que nuestro país se está recuperando lentamente de la avalancha de anuncios negativos que trajo la campaña presidencial, con mensajes sobre una economía débil, la violencia de las armas, la guerra y divisiones políticas profundas, por mencionar solo un pocos temas problemáticos".
"Ahora que sabemos que este tipo de mensajes hace que la gente coma más calorías por un instinto de supervivencia, sería inteligente que los que se propusieron tener un año más sano apaguen las noticias una temporada", sugirió.

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