Investigadores del Instituto Karolinska, en Suecia, advierten que los bebés cuyas madres se han sometido a una cirugía para perder peso son más propensos a ser prematuros y a tener un bajo peso al nacer. Por ello aconsejan que estos embarazos sean considerados “de riesgo”, por lo que ameritan una monitorización cuidadosa de parte de los médicos. Por ejemplo, se deben hacer ultrasonidos para revisar el crecimiento del feto o recibir recomendaciones especiales sobre los complementos dietéticos.
Durante 1992 y 2009 se comparó el peso de unos 2,500 bebés recién nacidos, cuyas madres se habían sometido a una cirugía para perder peso. Los datos se compararon con los de un grupo de 12,500 bebés nacidos de mujeres que no se habían sometido a este tipo de procedimiento, conocido como cirugía "bariátrica".
Puntos clave
- Los embarazos de madres con cirugía para bajar de peso debería considerarse "de riesgo"
- Muchos bebés suelen nacer con peso por debajo de lo normal
- La causa sería una deficiencia de micronutrientes en la embarazada
El análisis reveló que el 5.2 % de los bebés nacidos de mujeres que se habían sometido a la cirugía para perder peso tenían un tamaño pequeño para su edad gestacional, y el 4.2 % eran grandes para su edad gestacional, en comparación con el 3 y el 7.3 %, respectivamente, de los bebés cuyas madres no se habían sometido a la cirugía.
Los investigadores también hallaron que el 9.7 % de los bebés nacidos de madres operadas nacieron prematuramente (antes de las 37 semanas), en comparación con el 6.1 % de los otros bebés. El estudio, publicado en la edición de noviembre de la revista NMJ no halló diferencias entre los dos grupos en las tasas de muerte en los primeros 27 días tras el nacimiento.
El doctor Olof Stephansson, obstetra y profesor de epidemiología clínica del instituto declaró que aún no conocen el mecanismo que subyace a cómo influye la cirugía para perder peso en el crecimiento fetal. Pero sí saben que estas personas tienen un mayor riesgo de deficiencia de micronutrientes.
De todos modos, los autores del estudio también señalaron que la cirugía para perder peso conlleva numerosos beneficios para las madres, como una reducción en el riesgo de diabetes, enfermedades cardiacas, cáncer y accidente cerebrovascular. Además, la obesidad es un factor de riesgo conocido tanto para la madre como para el bebé durante el embarazo y el parto.
