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La dieta que tu intestino necesita

Estás en medio del trabajo y, de repente, aparece otra vez esa molestia en el abdomen, que por momentos te hace retorcer del dolor. Ya no importa demasiado la tarea que estabas haciendo, ahora lo más urgente es llegar al baño. El Síndrome de Intestino Irritable (SII) afecta a casi el 15% de la población estadounidense. Según registros de la Fundación Internacional para los Desórdenes Gastrointestionales Funcionales, entre 25 y 45 millones de personas sufren esta enfermedad, de la que todavía no se conoce su causa. Dos de cada tres pacientes son mujeres.

Deja de culpar al estrés Existe una creencia popular que asocia al SII con el estrés. De hecho, hay muchas personas que llegan al consultorio y lo primero que dicen es que cada vez que les ocurre determinada situación estresante, empiezan con las molestias intestinales. Sin embargo, los expertos aseguran que el Síndrome de Intestino Irritable no se desencadena por una situación de estrés, sino que ocurre debido a una alteración en la interacción del intestino, el cerebro y el sistema nervioso, que produce cambios en el movimiento normal del intestino.
Más allá de la causa, no hay dudas de que genera una gran cantidad de complicaciones en la vida de quienes lo padecen. Ya sea en lo que se refiere a la vida emocional, social o laboral. En especial, porque el SII es impredecible y puede provocar síntomas tan disímiles como diarrea o constipación.
Por eso, se recomienda consultar a un gastroenterólogo, apenas aparecen las primeras señales.

La dieta que tu intestino necesita

Presta atención a tu dieta En muchos pacientes, los síntomas aparecen después de la comida. Curiosamente, no siempre son los mismos alimentos los que desencadenan las molestias.
La Fundación Internacional para los Desórdenes Gastrointestionales Funcionales considera que los alimentos no son la causa del Síndrome de Intestino Irritable, sin embargo reconoce que así como los procesos hormonales pueden provocar los síntomas, hay alimentos que estimulan las reacciones del intestino. Éstos son:
• Comidas con alto contenido graso
• Comidas fritas
• Café
• Cafeína
• Alcohol
• Alimentos con gran cantidad de edulcorante, como sorbitol o fructuosa

También, se incluyen las comidas que generan gases, que es otros de los síntomas de las personas con SII.
• Frijoles
• Repollo
• Legumbres (como arvejas, cacahuete y soja)
• Coliflor
• Brócoli
• Lentejas
• Repollitos de Bruselas
• Pasas de uva
• Cebolla
• Bagels
• Fibras insolubles, que están presentes por lo general en los cereales o granos enteros.

Éstos son algunos de los alimentos que pueden desencadenar los síntomas. De todos modos, los expertos sugieren llevar un diario con las comidas, actividades y síntomas de cada día para establecer un patrón más certero para cada persona. Esto ayudará notablemente a conocer más de la enfermedad y a anticiparse a lo que la provoca.

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