Los restaurantes y los viajes, que para algunos son motivo de placer se convierten para ellos en una rutina que, con frecuencia, pasa a ser un obstáculo para el control de peso. No obstante, con un poco de disciplina y creatividad, es posible llevar una apretada agenda de negocios junto a una vida saludable. A continuación algunas alternativas:
Come en casa los fines de semana.Si la rutina semanal está en los centros de comida rápida y restaurantes, aprovecha los fines de semana y los ratos libres para dedicarlos a otro tipo de actividades recreativas que no incluyan esos tipos de comida y come en casa durante esos días.
Trata de ser lo más disciplinado posible con tu plan de alimentación mientras estés de viaje.En los hoteles buenos, por lo general, hay opciones saludables dentro de los menús y los chefs están en la disposición de ayudar a los huéspedes que necesiten seguir determinado plan de alimentación. Deja los platos locales para los viajes de placer.
No abandones tu rutina de ejercicios. Tómate diariamente el tiempo para tus ejercicios y mantenlos aún si estás de viaje, éstos no sólo ayudan a controlar el peso sino que también son aliados excelentes para liberar el estrés.
No omitas ninguna comida.Relájate y tómate el tiempo necesario para comer. Aunque debas comer en la oficina o en reuniones de trabajo, procura que ese momento sea relajado y tómate el tiempo necesario.
Hidrátate apropiadamente.El hecho de estar en un espacio con aire acondicionado la mayor parte del tiempo y no sudar, no significa que el cuerpo no necesite suficientes líquidos. Modera tu consumo de café y, si vas a tener bebidas en la oficina, procura que sean agua, jugos de frutas sin azúcar agregada o refrescos sin azúcar.
Por último, hay que recordar que el vivir bajo presión, mal alimentados e inactivos son factores condicionantes para el desarrollo de enfermedades crónicas; por lo tanto, el ejecutivo debe tomar medidas especiales para evitar que su estilo de vida contribuya al desarrollo de este tipo de condiciones.
