Después de una comida llena de calorías ¿la culpa se podría llegar a “lavar” consumiendo un jugo de toronja? Seguramente no es la mejor de las ideas ya que al no comer sano, no solo se sube de peso sino que también se perjudica al organismo en muchos otros aspectos.
De todos modos, hay varios científicos investigando el poder de este cítrico a la hora de reducir o eliminar las grasas. Un estudio reciente publicado en el journal PLOS One se realizó con roedores en la Universidad de California, Berkeley. Y halló que al seguir una dieta alta en grasas, los ratones que habían tomado jugo de toronja endulzado subían menos de peso que los que habían tomado agua azucarada.
El estudio publicado despertó algunas sospechas, ya que fue subvencionado por la Cooperativa de productores de toronjas de California. Por eso los investigadores del Departamento de Ciencias Nutricionales y Toxicología de Berkeley reconocen que hicieron el estudio con bastante escepticismo.
Sin embargo, en un comunicado de la universidad, el líder del estudio Andreas Stahl declaró haberse sorprendido con los hallazgos. Por eso controlaron varias veces los sensores de glucosa de los ratones analizados. Y obtuvieron siempre los mismos resultados.
Otra objeción al estudio es que fue bastante acotado, ya que se probó solo en seis animales, en los que combinaron distintas dietas, líquidos y otros nutrientes. Aún así, sería suficiente para explicar por qué se recomiendan las toronjas en las dietas de moda para bajar de peso.
En las pruebas se les suministró a los roedores una dieta alta en grasas durante 100 días. Los que habían tomado mientas tanto jugo de toronja, demostraron un peso un 18,4% menor que los que habían tomado agua azucarada. Tras esos 100 días, los primeros tenían un mejor estado metabólico, menor nivel de azúcar en la sangre, mejor sensibilidad a la insulina y menor índice de triglicéridos en el hígado.
En otra etapa de las pruebas, los investigadores permitieron a los ratones que se pusieran obesos y luego empezaron a suministrarles jugo de toronja o agua azucarada. Tras 55 días, los del primer grupo pesaban un 8 % menos que los del agua, y también tenían mejoras en su metabolismo.
Aún no está del todo claro por qué el jugo de toronja podría promover la pérdida de peso. Según suponen los investigadores, podría reducir la actividad de una proteína involucrada con la regulación del metabolismo. Es de suponer que el jugo de toronja pueda regular el modo en que el cuerpo produce o almacena grasa.
De todos modos, los investigadores advierten que tanto la toronja como su jugo pueden llegar a interferir en la forma en que el organismo metaboliza algunas drogas y medicamentos.
Según advierte la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA), hay algunas prescriptas para controlar el colesterol, la presión sanguínea, la arritmia cardíaca, las alergias y la ansiedad que podrían verse afectadas con el consumo de este cítrico.
Por eso los científicos están haciendo investigaciones para crear un tipo de toronja híbrida, cuyo consumo sea compatible con estas clases de medicación.
