Jennifer Livingston, la conocida conductora del programa “8 This Morning”, de la estación televisiva WKBT, recibió un correo electrónico de un lector, sorprendido tras haber descubierto que la mujer tenía sobrepeso. En su opinión, da una mala imagen, en especial para los niños, ya que la obesidad representa un riesgo para la salud.
En aquel momento, Livingston decidió tomar el toro por las astas y le respondió al televidente mirando fijo a las cámaras. Le preguntó a su agresor verbal: “¿usted realmente cree que me está diciendo algo que yo no se?” Y le recriminó no ser ni su amiga, ni una conocida ni un miembro de su familia como para que opime sobre su aspecto. Después de todo, ella es “mucho más que un número en una balanza”, según le recalcó al autor del mensaje. 
Puntos clave
- La acusaron de ser un mal ejemplo por ser gorda
- Esta conducta agresiva suele ser habitual en los colegios
- Muchos televidentes la animaron para seguir en su cruzada contra el acoso
La conductora reconoció que el comentario fue doloroso, pero más doloroso es el hecho de que día a día, hay muchas personas que son hostigadas a causa de su aspecto físico, su color de piel, sus preferencias sexuales, alguna discapacidad o hasta si tienen acné. “Si en ese momento, en su casa, usted habla sobre la presentadora gorda de las noticias, es probable que sus hijos vayan a la escuela y llamen gordo a alguno de sus compañeros”, agregó la mujer.
Debido a la creciente ola de hostigamiento en las escuelas, Livingston recordó que casualmente estaban en el mes de concientización sobre el acoso.Y que sería buemo aprovechar la ocasión para detener ese flagelo.
Afortunadamente ella dice ser una mujer grande, madre de tres hijas, que tiene la piel gruesa y sabe cómo defenderse de los “matones”. Pero no pasa lo mismo con muchos otros en situaciones desiguales, por ejemplo los niños en los colegios, que a veces se convierten en verdaderos campos de batalla y se vuelven una pesadilla por la forma en que los maltratan verbalmente.
En aquel momento, una vez terminada su argumentación, Jennifer agradeció a su familia y compañeros de trabajo por el apoyo recibido, y también a miles de televidentes que le hicieron llegar sus palabras de aliento. Aun hoy, a más de un año de aquel incidente, sigue recibiendo cartas de apoyo en su cuenta de Facebook, felicitándola por su valiente actitud. Otros se sienten identificados con lo que le pasó, y todos la animan a seguir adelante con su “cruzada” a favor de los más débiles.
