Se dice que quien aprende a andar en bicicleta, no se lo olvida jamás. Lo que la mayoría tampoco olvida son los primeros pasos en este vehículo de dos ruedas que hay que aprender a “domar”.
Por lo general es el padre quien se ocupa de enseñar a sus hijos, otras veces el abuelo o los hermanos, lo cierto es que los primeros pasos son fundamentales para perderle el miedo y largarse a andar.
Para ello, es fundamental que la bicicleta sea la adecuada. Porque si no, el desafío se convertirá en algo prácticamente imposible de lograr.
La Academia Americana de Pediatría comparte algunas sugerencias para elegir una bicicleta segura:
- Sienta a tu hijo en la bicicleta con las manos en el manubrio. La parte anterior del pie o metatarso debería tocar el piso.
- Pídele a tu hijo que se pare sobre el centro de la bicicleta. El niño debería pararse apoyando ambos pies y tendría que quedar una pulgada entre la entrepierna y la barra de la bicicleta.
- Los niños más grandes deben agarrarse fácilmente y poder usar los frenos con suficiente fuerza.
- Nunca compres una bicicleta más grande pensando en que tu hijo “podrá usarla cuando crezca”.
Un tamaño para cada altura
Aunque, tal como sugieren los expertos, lo más adecuado es hacer la compra con el niño, para que él pueda “probar” la bicicleta; puede resultar útil tener una idea previa sobre los posibles tamaños correctos antes de ir al comercio.
Según el portal ConsumerSearch.com, para saber cuál bicicleta es la indicada, lo mejor es tomar la medida del “tiro” del niño. Para ello, hay que medir desde la entrepierna hasta el final del dobladillo del pantalón.
Medida de las ruedas Tiro Edad aproximada |
12 pulgadas 14 a 17 pulgadas 2 a 3 años |
16 pulgadas 18 a 21 pulgadas 4 a 6 años |
20 pulgadas 22 a 25 pulgadas 7 a 8 años |
24 pulgadas 26 pulgadas o más 9 o más |
Incorporar la actividad física en la vida de los niños es lo mejor que se puede hacer por ellos. Además de tonificar su musculatura, el ejercicio ayuda a: combatir la obesidad, disminuir el riesgo de contraer diabetes 2, regular el sueño y fortalecer su autoestima.
Pero lo más importante de todo es que se pueden compartir fabulosos paseos en familia y descubrir nuevos lugares, sitios “escondidos” a los que sólo se puede llegar en bicicleta. ¿Quién no recuerda haber visitado alguno de estos lugares secretos de niño? Si la respuesta es no, ¡todavía estás a tiempo!