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Cómo comer un postre sin engordar

Una comida completa, balanceada y suficiente que incluye sopa, ensalada, guarnición y plato fuerte puede tener menos calorías que un postre pequeño hipercalórico.

Es necesario aprender a tener una relación diferente con el consumo de los postres. En especial pon atención a la cantidad y a la frecuencia con que los comes. He aquí algunos consejos:

Cómo comer un postre sin engordar

Puntos clave

Sobre los tipos de postre

  • Elige postres menos energéticos: alegría (amaranto), fruta con una cucharadita de almíbar, helado de yogurt sin azúcar.
  • Lee las etiquetas de los envases para revisar el contenido nutricional. La porción que sugiere el envase no necesariamente concuerda con la ración recomendada.

Controla la cantidad

  1. Reduce el tamaño de las porciones: por ejemplo, come sólo un cuarto de rebanada de pastel.
  2. No repitas
  3. Evita comer directamente del paquete o envase.
  4. Deja en el plato el merengue o ingrediente más calórico.
  5. En restaurantes, llévate a casa lo que te sobre o compártelo. No te lo comas todo.
  6. Evita comer postres viendo la televisión. Perderás la noción y comerás más de la cuenta.
  7. Compra porciones de postre individuales, evita adquirir piezas enteras o grandes volúmenes. Si los tienes en casa, aumenta la probabilidad de que lo comas.

Disminuye la frecuencia

  • Si acostumbras a comer postre diariamente, disminuye la frecuencia a dos o tres veces por semana.
  • Sustituye el postre por fruta, así tendrás un sabor dulce al finalizar tus comidas.

En resumen, el consumo excesivo o frecuente te lleva a ganar peso. Esto se ve reflejado en esa “llantita” de grasa abdominal.

Aprende a disfrutar de los postres en pequeñas porciones, deléitate con su sabor y apariencia y resérvalos para ocasiones especiales.

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