Bajar de peso no asegura la felicidad

Al comenzar un plan para bajar de peso se espera que los cambios impacten y beneficien a todo el organismo, no solo en la imagen corporal sino también en el estado de ánimo. Pero un estudio reciente demostró que no siempre sucede de ese modo.

El trabajo fue realizado por un grupo de expertos del University College de Londres, en Inglaterra, y publicado en el journal PLOS ONE. Se analizaron los cambios observados en 1,979 personas sanas y sin depresión clínica que por su peso, tenían sobrepeso (con un índice de masa corporal o IMC superior a 25) o eran consideradas obesas (IMC superior a 50). 

Se llegó a la conclusión de que un programa de bajar de peso reduce los riesgos cardiológicos y metabólicos, pero no hay evidencia de que haya mejoras psicológicas.

Bajar de peso no asegura la felicidad
| Foto: THINKSTOCK

Durante 4 años los expertos hicieron un seguimiento de los cambios experimentados en los voluntarios: algunos habían perdido un 5% de su peso (15 libras o 6,8 kg), otros habían subido un 5% y el resto había conservado su peso. Se examinó si habían tenido cambios en el estado de ánimo, si habían manifestado sentirse deprimidos o con un menor nivel de bienestar. Además se controló su nivel de hipertensión y triglicéridos.

El 14% de los participantes bajó de peso y mejoró su salud física, aunque revelaron sentirse más deprimidos y con menos sensación de bienestar. Pero el nivel de hipertensión y triglicéridos se elevó en este grupo y disminuyó entre los que bajaron de peso.

Existe una conexión directa entre algunos alimentos y el estado de ánimo. Por ejemplo, entre los hidratos de carbono y la producción de serotonina, que es la hormona antidepresiva por excelencia. Por eso es importante seguir  una dieta balanceada, limitando el consumo de azúcar refinada e incorporando hidratos de carbono saludables como frutas, vegetales, lácteos, harinas de grano entero y legumbres.

Para calcular el impacto de los cambios físicos en el estado de ánimo, los investigadores pudieron determinar que bajar de peso elevó en un 52% la posibilidad de sentir depresión. Según explica la líder del estudio, la doctora Sarah Jackson del Departamento de Epidemiología y Salud Pública de la mencionada universidad, “no queremos desalentar a alguien que esté tratando de adelgazar, ya que tiene tremendos beneficios físicos, pero la gente no debería esperar que bajar de peso mejore en forma instantánea todos los aspectos de su vida”.

La experta advierte que muchas veces se hacen anuncios sobre métodos para bajar de peso que generan expectativas irreales. Por eso aconseja ser realista y prepararse para enfrentar el desafío. “Resistir la tentación de las comidas de la actualidad requiere una gran fuerza de voluntad y puede implicar perder algunas cosas de las que se disfruta”, recuerda.

Esta investigación demostró que los profesionales de la salud deberían considerar no solo el estado físico de los pacientes que buscan bajar de peso, sino también su estado de ánimo.

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