No es nuevo, pero sigue siendo trascendental: los niños no consumen suficiente verdura. Con el veredicto claro, los padres deben entrar en acción y lograr, con imaginación, paciencia y buen sabor, que los pequeños incorporen más de estos alimentos en su dieta diaria.
La última Encuesta Nacional sobre Hábitos Alimentarios en la Infancia y Adolescencia realizada en España, en base a 3.500 entrevistas, reveló que los niños están muy lejos de alcanzar la meta de cinco raciones diarias. En el país, la cifra que ofrece la Asociación Americana de Pediatría es similar. 
Por eso, papá y mamá en casa y los maestros en los comedores escolares deben incentivar su consumo, a como dé lugar. ¿Por qué? Porque un plan dietético equilibrado permite a los niños alcanzar su crecimiento y potencial de desarrollo máximos. Además, les ayuda a prevenir enfermedades importantes en la edad adulta.
Los siguientes consejos te pueden ayudar a aumentar el consumo de estos alimentos en todas las comidas.
El color al poder: Hay que presentar los platos de forma divertida, con ingredientes que aporten vistosidad y colorido y refuercen el atractivo. Mezcla verduras de diferentes colores: brócoli, zapallo, espinaca. Lograrás que a los niños les entren las verduras por los ojos.
Pon los vegetales a su alcance: En la lonchera de la escuela, a la mañana en casa o mientras mira televisión por la tarde, que el niño siempre tenga a mano zanahorias, brócolis, hasta apios aunque su sabor es más especial. Así, garantizarás que naturalmente su cuerpo reciba vitaminas y minerales, y nada de grasa.
Haz que las verduras sean los mejores acompañamientos: Reemplaza los hidratos de carbono por verduras, hazlas salteadas con un poco de aceite de oliva, en forma de brochetas, a la parrilla. En la variedad también está la atracción de los niños. Evita que piensen en las verduras como en un alimento “aburrido”.
Prepara postres con verduras: Puedes darte maña para hacer tarta de zanahoria, bocaditos dulces de calabaza. Hay muchas recetas sabrosas que les fascinarán a tus niños.
Organiza un picnic con sándwiches “verdes”: Compra un pan delicioso y hazles bocadillos con lechuga, portobello, zanahoria. Verás que consumirán vegetales casi sin darse cuenta y sin poner cara de asco.
Y, al final, lograrás que se sumen a las filas de los que aman las verduras, por su sabor y por su aporte nutricional.
