Fin del misterio: las pastas no engordan

Los carbohidratos tienen mala fama y se los culpa de estar detrás de la epidemia de obesidad actual, pero un nuevo estudio sugiere que este mote de culpable podría ser injusto para el caso las pastas específicamente.

A diferencia de la mayoría de los carbohidratos "refinados" (galletitas por ejemplo) que se absorben rápidamente en el torrente sanguíneo, la pasta tiene un índice glucémico bajo, lo que significa que provoca menores aumentos en los niveles de azúcar en la sangre que los causados al comer alimentos con un alto índice glucémico (IG).

Fin del misterio: las pastas no engordan
Habría que quitarles el cartel de culpables del aumento de peso. | Foto: ISTOCK

¿Cómo se llegó a esta conclusión? Los investigadores del Hospital St. Michael, en Canadá, realizaron una revisión sistemática y un metaanálisis de todas las pruebas disponibles y de ensayos sobre el tema.

Análisis a gran escala

Ellos estudiaron los datos de 30 ensayos que involucraron a casi 2,500 personas que comieron pasta en lugar de otros carbohidratos, como parte de una dieta saludable de bajo índice glucémico (IG). 

Las personas que participaron en los ensayos comieron en promedio 3,3 porciones de pasta por semana en lugar de otros carbohidratos. Y al final, perdieron cerca de medio kilogramo en un seguimiento de 12 semanas. Una porción equivale a aproximadamente media taza de pasta cocida.

Lo importante es el contexto

"El estudio encontró que la pasta no contribuyó al aumento de peso o al aumento de la grasa corporal", dijo el autor principal, el Dr. John Sievenpiper, científico del Centro de Modificación de Riesgos y Nutrición Clínica del hospital mencionado. Por el contrario, la pasta en el contexto de patrones dietéticos de bajo IG reduce el peso corporal y el índice de masa corporal (IMC) en comparación con un plan dietético de alto IG. 

"Por lo tanto, y contrariamente a las preocupaciones, tal vez la pasta puede ser parte de una dieta saludable y baja en IG" agregó el investigador.

Los autores del estudio -publicado en BMJ Open- enfatizaron que estos resultados son generales en base a la pasta consumida junto con otros alimentos de bajo índice glucémico como parte de una dieta de bajo IG, por ejemplo, acompañadas de fibras o verduras. 

Advierten que se necesita más trabajo para determinar si la falta de aumento de peso se extendería a la pasta como parte de otras dietas saludables, como la mediterránea, por ejemplo.

También se necesitan más ensayos sobre el resultado de una dieta de duración de más de un año para aclarar si los beneficios podrían ser significativos a largo plazo, señalaron los investigadores.

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