Este contenido ha sido archivado y puede no estar actualizado

A dieta en el trabajo

En la actualidad, muchos nos vemos sometidos a pasar muchas horas fuera de casa trabajando y pasamos menos tiempo en casa que hace 20 años. Si hacemos un cálculo y restamos las horas de sueño, las horas de trabajo suponiendo que trabajamos sólo 8 horas y el tiempo que tardamos en llegar a la oficina y a la casa, disponemos de 5 horas promedio en algunos casos menos de eso, las cuales hemos de organizar para hacer los oficios del hogar, estudiar, cuidar a los hijos, al esposo y ¿por qué no? ¡Cuidar nuestro cuerpo!

Sin embargo, no debes dejar que el trabajo sea un obstáculo para bajar de peso. Tú puedes acoplar una alimentación saludable con tu trabajo; solamente necesitas un poco de voluntad y orientación de cómo hacerlo. A continuación, compartimos contigo algunos consejos que te ayudarán a comer saludablemente durante tu jornada laboral.

A dieta en el trabajo
  • Para empezar, no te saltes ningún tiempo de comida. Muchas personas lo hacen, pues creen que de esa forma bajarán de peso, lo cual no es verdad, ya que al agotarse el azúcar del cerebro te da más apetito y eres propenso a comer a deshoras muchos alimentos ricos en azúcar y calorías.

  • Lleva a tu trabajo alimentos saludables como una manzana u otra fruta, incluye una fuente de proteína como un yogur o mantequilla de maní crema de cacahuate untada en dos rebanadas de pan. Verás como te proveerán de la energía necesaria para funcionar a máxima capacidad.

  • Si tienes que comer en la cafetería del trabajo o en un restaurante, trata de comer despacio y masticar bien los alimentos. Esto evitará que comas de más y te ayudará a digerir mejor los alimentos.

  • Si comes un menú regular, agrega una porción de fibra ensaladas y cereales integrales pues esto abultará tu plato y al mismo tiempo te proporcionará saciedad. Evita las salsas grasosas y los aderezos para ensalada que no sean de dieta.

  • Las verduras y hojas verdes son una buena fuente de vitaminas y dan color y sabor a tu plato. Escógelas como entradas o acompañamientos de tu plato principal.

  • El arroz, las papas, las pastas y los frijoles son alimentos básicos y proveen de la energía necesaria para trabajar. Por lo tanto, consúmelos de preferencia en preparaciones sin grasas, cocidos, al vapor y evita aquellos a los que cuales se les han agregado chorizos o carne molida. Elige carnes bajas en grasa, como:  pescado, pollo o res asados, a la plancha, al vapor, salteados o al horno.

  • Evita los acompañamientos guarniciones, como ensaladas de papas o pastas con mayonesa, chorizos o longanizas fritas, papas fritas, etc.

  • Evita los postres o reposterías y sustitúyelos por una fruta.

  • Evita poner azúcar a tu café o té, puedes usar un sustituto de azúcar para endulzar si así lo deseas.

  • Si no puedes resistir la tentación de comer un postre, escoge para ese día un plato de ensaladas de verduras frescas para acompañar las comidas y las carnes preparadas sin grasa.

  • Si tu horario es nocturno, come algo sustancioso antes de salir hacia tu trabajo. Incluye alimentos ricos en proteína como, carnes, pollo, frijoles, huevo o leche y empaca sólo comidas saludables, como yogur, frutas, queso bajo en grasa o paquetes individuales de requesón. Esto mantendrá a tu cerebro alerta.

  • Lleva a tu trabajo la comida preparada, escoge recipientes con separadores de modo que puedas llevar ensaladas de vegetales o frutas en un depósito y carne en otro. Asegúrate de que las carnes pollo, pescado, res, sean preparadas cocidas al vapor o asadas, de modo que no te demande mucho tiempo prepararlas. Escoge de postre cualquier lácteo de los recomendados, pero asegúrate que sea descremado.

  • Por último, trata de comer cada 4 ó 5 horas. Eso te ayudará a mantenerte despierto y activo.

Comparte tu opinión