Frutos secos para controlar la diabetes

Los frutos secos pueden ser grandes aliados en el tratamiento de las personas que viven con diabetes. De acuerdo con investigadores del Hospital St. Michael en Toronto, Canadá, consumir un puñado al día de almendras, castañas, avellanas, piñones, pistachos y principalmente nueces, ayudaría a disminuir y estabilizar los niveles de azúcar en la sangre en personas con diabetes tipo 2.

Las conclusiones del estudio publicados en línea en la revista PLoS ONE, se basan en la revisión sistemática de 12 ensayos clínicos que incluyeron a 450 personas, en los que se encontró que el consumo de dos porciones al día de frutos secos mejoraron los resultados de dos marcadores de azúcar en la sangre: la prueba de la Hemoglobina glicosilada o HbA1c (-0,07%) y la prueba de glucosa en ayunas (−0.15 mmol/L).

Frutos secos para controlar la diabetes
| Foto: SHUTTERSTOCK

Los mejores resultados se observaron cuando los frutos secos reemplazaron la ingesta de carbohidratos refinados, resaltó el Dr. John Sievenpiper, autor principal de la investigación. "Los frutos secos son otra manera la gente puede mantener los niveles de azúcar de sangre sanos en el contexto de un patrón de dieta saludable", añadió.

Precisó que pese a que los frutos secos son ricos en grasa, es grasa insaturada saludable y aunque también pueden ser altos en calorías, los participantes en los ensayos clínicos no ganaron peso, por lo que pueden consumirse como parte de una estrategia para mejorar el control de la diabetes sin ganar peso.

La capacidad de los frutos secos para mejorar el control glucémico en las personas que viven con diabetes se debería a que tienen bajo índice glucémico, lo cual significa que liberan lentamente el azúcar en la sangre.

Los autores del trabajo destacaron que el consumo diario medio de 56 g (media taza o 2 onzas) de nueces durante unas 8 semanas reduce significativamente la HbA1c y glucosa en ayunas en las personas con diabetes tipo 2. Aseguran que sus hallazgos apoyan la inclusión de los frutos secos como parte de una dieta saludable para el manejo de la glucemia en personas con diabetes tipo 2.

La temible diabetes

La diabetes se ha convertido en una epidemia que afecta a casi 350 millones de personas en todo el mundo según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se prevé que se convierta en la séptima causa de muerte en 2030 y el número de casos alcance los 552 millones, o un adulto de cada 10 en el mundo.

Según las estadísticas de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por su siglas en inglés), unos 26 millones de personas en los Estados Unidos (hombres, mujeres y niños) han sido diagnosticados con diabetes y estima que 79 millones de adultos tienen pre diabetes, una afección que incrementa el riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardiacas y accidentes cerebrovasculares.

Los CDC calculan que para el año 2050, si las tendencias actuales continúan, 1 de cada 3 adultos en los EE. UU. podría sufrir de diabetes. La diabetes tipo 2, en la cual el organismo pierde en forma gradual la capacidad de producir y utilizar la insulina, representa entre el 90 y el 95% del total de los casos.

La diabetes es la séptima causa principal de muerte y puede provocar discapacidad permanente y mal estado de salud. Las personas con diabetes pueden sufrir numerosas complicaciones graves y mortales, como enfermedades cardiacas y accidentes cerebrovasculares, ceguera, enfermedad renal crónica y amputaciones.

El riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares es 2 a 4 veces más alto en las personas con diabetes. Los adultos con diabetes tienen tasas de mortalidad por enfermedades cardiacas aproximadamente 2 a 4 veces más altas que los adultos que no tienen diabetes.

La diabetes es la causa principal de nuevos casos de ceguera en adultos entre 20 a 74 años de edad.

La diabetes es también la causa principal de la insuficiencia renal y fue responsable del 44% de los casos nuevos en el 2008.

Más del 60% de las amputaciones de piernas y pies no relacionadas con accidentes y lesiones, fueron procedimientos realizados en personas con diabetes. En el 2006, estos casos llegaron a una cantidad de 65,700 amputaciones.

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