Es un peligro real, las personas pueden morir por la gripe, una enfermedad evitable que provoca entre 3,000 y 49,000 muertes cada año en el país, según las autoridades de salud.
Y esta historia llega directo al corazón. Piper Lowery era una niña saludable de 12 años de edad, que no había sido vacunada contra la gripe. El 12 de enero, la estudiante de sexto grado tuvo un gran malestar y presentó fiebre alta, al igual que su madre Peggy. Ambas enfermaron de gripe.
Ellas consultaron al médico, quien les prescribió Tamiflú y se les suministró en el momento. En los días siguientes, los controles se repitieron, pero mientras que la madre mejoró, los síntomas de Piper empeoraron.
El 19 de enero, la niña empezó a vomitar sangre y fue trasladada de urgencia al hospital Mary Bridge Children's, en Tacoma. Poco después, a pesar de los valientes esfuerzos del personal, falleció debido a las complicaciones de la gripe, más concretamente, de la cepa H1N1, también conocida como gripe porcina. Los médicos le dijeron a la madre que el virus derivó en graves problemas renales.
Su familia aún está devastada por los acontecimientos. "Nunca piensas que alguien va a morir de algo como esto", dijo su madre Peggy.
Los funcionarios locales de salud esperan que el caso ayude a tomar conciencia sobre la importancia de vacunarse contra la gripe.
"Estas tragedias nos recuerdan que la gripe puede ser una enfermedad muy grave, especialmente en los niños” dijo Susan Turner, del Departamento de Salud de Kitsap, según el Seattle Times. Y agregó: "vacunarse y vacunar a sus hijos es la mejor manera de protegerse de la gripe".
Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), la actual cifra de niños muertos por la gripe para la temporada 2015-2016 es de 8, frente a 148 de la temporada anterior. Sin embargo, el peligro se extiende hasta abril.
Los CDC aconsejan vacunarse contra la gripe cada año, y la recomendación incluye a todas las personas a partir de los 6 meses de edad.
