Científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Massachusetts aseguran que el mítico sexto sentido, relacionado siempre con la sabiduría, las ganas de vivir o hablar con los muertos… podría ser real.
Según el estudio publicado en la última edición de la revista “Nature Communications” se trataría del sentido de la orientación, que hace que las personas sean capaces de orientarse en el medio de la nada, sin la ayuda de tecnología.
Puntos clave
- Científicos estudiaron la capacidad de orientación de las mariposas.
- Y descubrieron que mariposas y seres humanos comparten un gen vinculado a la orientación.
- Por eso, creen que el sexto sentido sería una suerte de sentido perdido, relacionado con la orientación.
Hasta ahora, la ciencia coincidía en que los sentidos de un ser humano eran cinco: el del gusto, la vista, el olfato, el oído y el tacto.
Cada órgano del cuerpo relacionado con uno de estos sentidos capta determinadas impresiones que son trasladadas al cerebro, el que las decodifica y transforma en sensaciones.
Este conjunto de sensaciones son las que, en definitiva, nos ayudan a reconocer, captar, degustar, ver, escuchar y palpar las cosas que nos rodean… es decir, el mismísimo mundo.
Los investigadores llegaron a la conclusión de que los humanos pueden poseer un sexto sentido estudiando a las mariposas monarca. Observaron que estas populares mariposas naranjas y negras podían sentir el campo magnético de la tierra y volar en forma orientada aunque no hubiera luz.
Y descubrieron que lo hacían porque poseen en su cerebro un gen que contiene “cryptochrome”, una proteína que regula el ritmo diario del organismo, y que también portan los seres humanos.
Y creen que, en el hombre, es una suerte de sentido perdido, a través de la evolución. “Es probable que nuestro mundo lleno de tecnología con campos electromagnéticos haya ‘dormido’ este sentido en los seres humanos”, expresó el neurobiólogo Steven Reppert, autor principal del estudio. Y demostrar esta teoría es el próximo paso de su investigación.
Pero no cuesta creer que los humanos tenemos un sexto sentido, cuando imaginamos a los ancestros del hombre moderno, en el amanecer de los tiempos, cruzando océanos, caminando desiertos y selvas, atravesando montañas con apenas sus ojos… y su sexto sentido como única guía.
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