Hay que decirlo: los fanáticos del ejercicio no miran con buenos ojos al Zumba, una disciplina que nació tímidamente cuando Beto Perez, su fundador, se olvidó la música de su clase de aeróbicos y en su lugar puso la música que escuchaba en su Ipod. ¿El resultado? Una clase con coreografías sencillas pero que demandan mucha energía, que se convirtió en una disciplina que es marca mundial, con cifras globales que impactan: 14 millones de alumnos que van cada semana a una clase de zumba, 12 millones de DVDs vendidos, 140,000 lugares donde se practica y 185 países.
Si a la música de moda y pegadiza, se le suman pasos de baile aptos para niños de 6 años hasta señoras de 80, ya se puede comprender parte de su éxito. Si a eso se le agrega que
La verdad sobre las calorías quemadas
Con asistir a una sola clase cualquiera puede darse cuenta que el trabajo aeróbico es una constante. En 2013, un estudio independiente contratado por el American Council of Exercise (ACE) confirmó esto que repiten los fanáticos: “el zumba quema una cantidad significativa de calorías dependiendo del nivel de intensidad del trabajo cardiovascular, lo que lo convierte en una forma efectiva para perder peso y mejorar la capacidad aeróbica”.
El estudio fue realizado por un equipo de científicos expertos en ejercicio del Departamento de Ciencias del Ejercicio y los Deportes de la Universidad de Winsconsin-La Crosse. Analizaron a un grupo de 19 mujeres saludables, de entre 18 y 22 años, que ya habían asistido a una clase de esta disciplina.
Todas las mujeres alcanzaron un máximo de 154 latidos y quemaron 9.5 calorías por minuto.
Este promedio es superior al que se quema en una clase de step aeróbico, Pilates avanzado, Kickboxing y Power Yoga.
“Zumba ha creado una cultura entera alrededor de pasarla bien y comprometer a los participantes en esta atmósfera tipo fiesta, pero hasta ahora se han hecho pocos estudios para comprobar su efectividad”, explicó oportunamente el Dr. Cedric Bryant, Chief Science Officer del ACE.
Otros beneficios
El estudio “Beneficios del zumba en adultos sedentarios con componentes de síndrome metabólico”, realizado por Araneta Mr, y Tanori D, publicado por la Biblioteca Nacional de Medicina, se propuso analizar la factibilidad de esta disciplina durante 12 semanas en mujeres obesas con síndrome metabólico.
Al finalizar el período, el estudio demostró que el zumba tiene buena “factibilidad” y adherencia, con significativa reducción de la presión arterial y los niveles de triglicéridos, con un mínimo de pérdida de peso.
