Trasplantes de popó combaten infecciones

En la lucha contra las infecciones difíciles de combatir, como la C. diff, todo vale. Y desde hace un tiempo, los médicos están recurriendo al trasplante de heces de un donante sano para curar a uno enfermo. Las evidencias muestran que es uno de los mejores métodos para combatir la enfermedad que causa diarrea y dolor abdominal agudo.

La C. diff es un gran problema de salud pública en el país, está asociada a 14,000 muertes anuales, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).

Trasplantes de popó  combaten infecciones
| Foto: SHUTTERSTOCK

Pero una reciente investigación de la Universidad de Minnesota revela nuevos datos para confiar en el trasplante de materia fecal como un método eficaz combatir esta infección. Concluye que los cambios saludables en los intestinos de un paciente que recibe heces de alguien sano, se mantienen hasta 21 semanas después del trasplante, y tiene beneficios para la regulación del tratamiento.

Los autores dicen que la investigación podría tener importancia para el marco legal de los trasplantes fecales en el futuro, una práctica que actualmente no está regulada.

Cómo se hace el trasplante

"El concepto es insertar heces de una persona sana en una persona enferma para curar una determinada enfermedad" dijo a HolaDoctor la Doctora María Vázquez Roque, profesora asistente en gastroenterología y hepatología de la Clínica Mayo de Jacksonville, donde se implementa la alternativa en determinados pacientes que padecen C diff.

"La meta es reconstituir la homeostasis microbiana normal del intestino y romper el ciclo de agentes antibióticos que alteran el microbioma", explicó. Y agregó que no es algo nuevo, sino que hay registros de que en la antigua China, ya se utilizaba esta técnica para curar.

¿Qué sucede con los pacientes, les provoca asco? “No, hay que pensar que las personas que llegan a esto ya han pasado por infecciones repetidas y han tomado varios antibióticos sin obtener buenos resultados. Viven semanas con diarrea y fiebre, y desean curarse, por eso vencen esa barrera”, dijo Vázquez.

El donante debe ser una persona sana a la que se le hacen rigurosos exámenes de salud y no debe padecer ninguna enfermedad como desórdenes metabólicos o problemas autoinmunes, y lo más frecuente es que sea un familiar sano del paciente a ser trasplantado.

Este tratamiento que se lleva a cabo desde hace algo más de 2 años en la Clínica Mayo, es considerado experimental por parte de la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) y aún no está aprobado.

Se realiza a través de colonoscopía, y al consultarle si es costoso, Vázquez señaló que “cuesta alrededor de un 8% más que una colonoscopía común, porque eso cubre el procesamiento de la excreta para hacer luego el trasplante”.

Respecto de la cobertura, algunas aseguradoras, no todas, cubren el costo de la colonoscopía y el paciente debe asumir el costo extra.

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