¿De qué se trata el trastorno afectivo estacional?

El trastorno afectivo estacional ((SAD, por sus siglas en inglés) es una forma de depresión que aparece en la mismo época cada año. Típicamente, una persona sufre síntomas de depresión estacional  a medida que se acerca el invierno y las horas de luz se van reduciendo.

El SAD afecta al seis por ciento de la población de los EE.UU.y  existen claras diferencias entre las personas que sufren la también llamada "winter blues" por áreas geográficas. En las regiones del norte la prevalencia aumenta y desciende en la zona sur, según el doctor Norman E. Rosenthal, a quien se conoce como el pionero en la investigación del trastorno afectivo estacional.

¿De qué se trata el trastorno afectivo estacional?
Los efectos del SAD pueden ser emocionales, físicos, mentales y cognitivos | Foto: ISTOCK

El trastorno afectivo estacional sigue siendo un misterio, incluso para los profesionales médicos. Parte del problema se atribuye a la simple falta de luz solar, pero existe una convergencia de factores que contribuyen a la depresión invernal.

Cuando la primavera regresa y los días vuelven a ser más largos, las personas que padecen del SAD experimentan alivio de sus síntomas y su estado de ánimo y nivel de energía se normalizan.

Síntomas

A diferencia de otras formas de depresión, "las personas con trastorno afectivo estacional tienden a dormir más, comen más y aumentan de peso", explica el doctor Rosenthal, en su libro "Winter Blues".

Con la llegada del otoño-invierno muchas personas sufren de los mismos síntomas, pero no tienen depresión clínica. La falta de luz provoca un desequilibrio bioquímico en el hipotálamo en nuestro cerebro, según la Asociación de trastornos afectivos estacionales, en el Reino Unido, y esto tiene un impacto en una amplia gama de actividades.

Los efectos del SAD pueden ser emocionales, físicos, mentales y cognitivos, con síntomas que incluyen mal humor, mayor irritabilidad, fatiga, ansiedad, mayor vulnerabilidad a las infecciones y problemas sociales.

"Muchas personas no son tan entusiastas en invierno. Pierden su brillo y funcionan con menos eficacia ", destaca Rosenthal.

El efecto de la luz

Un efecto causal relacionado con la menor cantidad de horas de luz puede ser niveles más bajos de serotonina en nuestra sangre. Según Rosenthal, un estudio en Australia mostró que la serotonina, la hormona que está vinculada al bienestar, se correlaciona directamente con la luz.

Sentirse estresado está profundamente relacionado en  el SAD,  pero la buena noticia, es que podemos manipular la luz y aliviar el estrés.  El consejo de Rosenthal es utilizar una "caja de luz" a primera hora de la mañana, hacer ejercicio físico todos los días y meditar".

También recomienda la vitamina B1, los ácidos grasos omega-3 (aceite de pescado) y la vitamina D.  Dado que el intestino y el cerebro están intrínsecamente relacionados, y el 95 por ciento de los receptores de serotonina se encuentran en el intestino, otra buena opción son los probióticos.

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