Dejar de cenar ¿ayuda a bajar de peso?

A la hora de sentarse a la mesa, hay tantas costumbres como platos ofrecidos en un menú. Algunos eligen un desayuno frugal y una cena memorable. Otros, practican la mesura cada vez que se sientan a la mesa. ¿La hora de cenar debe estar marcada por la moderaciòn, o está todo permitido?

Hay una creencia que sostiene que comer mucho antes de ir a dormir favorece la suba de peso. Esto se debe a que las llamadas “calorías nocturnas” serían una especie de villanas, capaces de hacer engordar más que las “diurnas”. 

Dejar de cenar ¿ayuda a bajar de peso?

Sin embargo, la licenciada Gloria Rabell, coordinadora de wellness y nutricionista de HolaDoctor, advierte que dejar de cenar o saltearse comidas en general, podría generar un aumento de peso a mediano o largo plazo, ya que el metabolismo se vuelve más lento. Por eso en las dietas de reducción de peso se recomienda hacer 4 o 5 comidas al día. Las mismas contemplan las recomendaciones diarias de energía necesarias según la edad, sexo, estado de salud y nivel de actividad física. 

Un estudio de la doctora Krista Casazza, investigadora de la Universidad de Alabama, en Birmighan,  realizó un amplio análisis de las creencias más comunes sobre la pérdida de peso. La experta no halló evidencia científica que permita afirmar o refutar la teoría de que las calorías consumidas a la hora de la cena promueven la suba de peso. 

Casazza sugiere que todo exceso de calorías es contraproducente para quien quiere bajar de peso, y no importa la hora del día en que se las consuma. Sí podría considerarse que quien come demasiado antes de ir a la cama puede tener un sueño pesado que no le permita descansar lo necesario. Y es sabido que la falta de sueño sí promueve la suba de peso; pero en este caso estaríamos hablando de cuánto se come y no en qué horario se lo hace. 

La idea de saltear la cena parece entonces algo sin fundamento. Pero hay más evidencias: un artículo de la doctora Jacquelyn Rudis, publicado por el Centro Médico Beth Israel Diaconess, coincide en que no importa a qué hora se come sino lo que se come.

Rudis afirma que se debe a que el horario no afecta la manera en que el cuerpo procesa los alimentos. Por eso en definitiva, resalta que lo que importa es la ingesta total diaria de calorías y la cuota de actividad física que se haga. De todos modos, cita que hay algunas personas que suelen elegir alimentos muy ricos en calorías por la noche. En estos casos, comer más liviano les ayudaría a reducir la ingesta diaria y así, bajar de peso.

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