Crean células que curan diabetes en ratones

Los hallazgos publicados en PLoS One, refieren que los científicos reprogramaron células de piel humana para crear células madre pluripotentes inducidas, mismas que fueron trasplantadas a ratones diabéticos en los que se observó segregación de insulina y la disminución de los niveles de azúcar en sangre, alcanzando cantidades “normales”.

Si bien las células no son tan eficaces como las pancreáticas en control de los niveles de azúcar en sangre, los resultados son un "primer paso alentador" hacia el objetivo de fabricar células productoras de insulina eficaces que se puede utilizar potencialmente para curar la diabetes tipo 1, destacó Nicholas Zavazava, autor del trabajo, en información difundida por la institución académica.

Crean células que curan diabetes en ratones
| Foto: SHUTTERSTOCK

"Esto plantea la posibilidad de que podríamos tratar a los pacientes con diabetes, con sus propias células", añadió Zavazava. La creación de estas células a partir de células del propio paciente significaría que las personas que viven con diabetes podrían recibir un trasplante sin necesidad de tomar medicamentos inmunosupresores.

Durante el estudio, las células productoras de insulina se situaron bajo la cápsula renal (una capa de membrana delgada que rodea el riñón) donde se desarrollaron en una estructura parecida a un órgano con su propio suministro de sangre. Este nuevo "órgano" secreta insulina y corrigió paulatinamente los niveles de azúcar en la sangre en los ratones diabéticos. Al cabo de un tiempo, los ratones se convirtieron en normoglucémicos, es decir, sus niveles de glucosa se mantenían constantes.

Otro de los logros de la investigación fue que al ir fabricando las células, fueron capaces de seleccionar y utilizar solo aquellas células que se desarrollarían en células pancreáticas. Esto significa, precisó Zavazava, que eran capaces de eliminar las células muy inmaduras (no diferenciadas) que podrían formar tumores. En el estudio, ninguno de los ratones desarrollo tumores de las células trasplantadas.

En la diabetes tipo 1 (antiguamente denominada diabetes insulino-dependiente o diabetes juvenil), el páncreas no produce insulina. La insulina es una hormona que ayuda a que la glucosa penetre en las células para suministrarles energía. Sin la insulina, hay un exceso de glucosa que permanece en la sangre. Con el tiempo, los altos niveles de glucosa en la sangre pueden causar problemas serios en el corazón, los ojos, los riñones, los nervios, las encías y los dientes. Sin embargo, un tratamiento adecuado puede detener o controlar el riesgo de problemas a largo plazo.

La temible diabetes

La diabetes se ha convertido en una epidemia que afecta a casi 350 millones de personas en todo el mundo según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se prevé que se convierta en la séptima causa de muerte en 2030 y el número de casos alcance los 552 millones, o un adulto de cada 10 en el mundo.

Según las estadísticas de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por su siglas en inglés), unos 26 millones de personas en los Estados Unidos (hombres, mujeres y niños) han sido diagnosticados con diabetes y estima que 79 millones de adultos tienen pre diabetes, una afección que incrementa el riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardiacas y accidentes cerebrovasculares.

Los CDC calculan que para el año 2050, si las tendencias actuales continúan, 1 de cada 3 adultos en los EE. UU. podrían sufrir de diabetes. La diabetes tipo 2, en la cual el organismo pierde en forma gradual la capacidad de producir y utilizar la insulina, representa entre el 90 y el 95% del total de los casos.

La diabetes es la séptima causa principal de muerte y puede provocar discapacidad permanente y mal estado de salud. Las personas con diabetes pueden sufrir numerosas complicaciones graves y mortales, como enfermedades cardiacas y accidentes cerebrovasculares, ceguera, enfermedad renal crónica y amputaciones.

El riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares es 2 a 4 veces más alto en las personas con diabetes. Los adultos con diabetes tienen tasas de mortalidad por enfermedades cardiacas aproximadamente 2 a 4 veces más altas que los adultos que no tienen diabetes.

La diabetes es la causa principal de nuevos casos de ceguera en adultos entre 20 a 74 años de edad.

La diabetes es también la causa principal de la insuficiencia renal y fue responsable del 44% de los casos nuevos en el 2008.

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