Tomar suplementos de hierro

Definición

Consumir alimentos ricos en hierro es una parte clave del tratamiento de la anemia causada por niveles bajos de este elemento. También es posible que usted necesite tomar suplementos de hierro al igual que aumentar las reservas de este elemento en su cuerpo.

Información

ACERCA DE LOS SUPLEMENTOS DE HIERRO

Los suplementos de hierro se pueden tomar en forma de cápsulas, tabletas, tabletas masticables y líquidos. El tamaño de la tableta más común es de 325 mg (sulfato ferroso). Otras formas químicas son el gluconato ferroso y el fumarato ferroso.

Pregúntele al proveedor de atención médica cuántas píldoras debe tomar cada día y cuándo debe tomarlas. Tomar más hierro de lo que su cuerpo necesita puede causar problemas de salud serios.

Los hemogramas de la mayoría de las personas volverán a la normalidad después de dos meses de terapia con hierro. Usted podría seguir tomando suplementos de hierro durante otros 6 a 12 meses para aumentar las reservas de hierro del cuerpo en la médula ósea.

SUGERENCIAS PARA TOMAR HIERRO

El hierro se absorbe mejor con el estómago vacío. Sin embargo, los suplementos de hierro pueden causar cólicos estomacales, náuseas y diarrea en algunas personas. Posiblemente se necesite tomarlo con una pequeña cantidad de alimento para evitar este problema.

No se debe tomar leche, calcio ni antiácidos al mismo tiempo que los suplementos de hierro. Usted debe esperar al menos 2 horas después de ingerirlos antes de tomar sus suplementos de hierro.

Los alimentos que usted no debe comer al mismo tiempo que toma el hierro abarcan:

  • Alimentos ricos en fibra, como granos integrales, verduras crudas y salvado
  • Alimentos o bebidas con cafeína

Algunos médicos sugieren tomar un suplemento de vitamina C o jugo de naranja con su píldora de hierro. Esto puede ayudar a que el hierro se absorba en el cuerpo. Tomar 8 onzas (240 ml) de líquido con una píldora de hierro también está bien.

Coméntele a su proveedor sobre todos los medicamentos que está tomando.

  • Las tabletas de hierro pueden llevar a que otros fármacos que usted esté tomando no actúen igual de bien. Algunos de estos fármacos abarcan: tetraciclina, penicilina, ciprofloxacina, y fármacos usados para el hipotiroidismo, la enfermedad de Parkinson y las convulsiones.
  • Los medicamentos que reducen la acidez estomacal afectarán la absorción del hierro y pueden causar deficiencia de este mineral. Su proveedor puede sugerir cambiar estos medicamentos.
  • Espere al menos 2 horas entre las dosis de estos fármacos y los suplementos de hierro.

EFECTOS SECUNDARIOS

El estreñimiento debido a las píldoras de hierro es muy común. Si el estreñimiento se convierte en un problema, tome un ablandador de heces como el docusato de sodio (Colace).

Se pueden presentar náuseas y vómitos con las dosis más altas, pero normalmente se pueden controlar tomando hierro en cantidades más pequeñas. Pregúntele a su proveedor con respecto a cambiarse a otra forma de hierro en vez de simplemente suspenderlo.

Las heces negras son normales al tomar tabletas de hierro. Consulte inmediatamente con su proveedor si:

  • Las heces son de apariencia alquitranosa al igual que negras
  • Si las heces tienen vetas rojas
  • Se presentan cólicos, dolores agudos o dolor en el estómago

Las formas líquidas de hierro pueden manchar los dientes.

  • Pruebe mezclando el hierro con agua u otros líquidos (tales como jugo de fruta o jugo de tomate) y tomando el medicamento con una pajilla.
  • Las manchas por el hierro se pueden eliminar cepillándose los dientes con bicarbonato de soda o peróxido.

Mantenga las tabletas en un lugar fresco. (Los botiquines de los baños pueden ser demasiado calientes y húmedos, lo cual puede provocar que las píldoras se desintegren).

Mantenga los suplementos de hierro fuera del alcance de los niños. Si su hijo traga una píldora de hierro, póngase en contacto inmediatamente con un centro de toxicología.

Referencias

Brittenham GM. Disorders of iron homeostasis: iron deficiency and overload. In: Hoffman R, Benz EJ Jr, Silberstein LE, et al, eds. Hematology: Basic Principles and Practice. 7th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2018:chap 36.

Camaschella C. Microcytic and hypochromic anemias. In: Goldman L, Schafer AI, eds. Goldman-Cecil Medicine. 26th ed. Philadelphia, PA: Elsevier ; 2020:chap 150.

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