¿Pensando salir de vacaciones a nadar en este verano? Quizás antes deberías de saber algo acerca del cuidado de tus hijos en esta temporada, pues los ahogamientos y accidentes de esta naturaleza están a la orden del día, mucho más de lo que puedas imaginar. Descubre de qué manera puedes protegerlos.
¿Sabías que anualmente más de 3,400 personas mueren ahogadas en el país y 1 de cada 5 víctimas son niños menores de 14 años? Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) esto es una triste realidad. Además, el ahogamiento es la segunda causa de muerte por lesiones entre los menores.
Y si hablamos de los niños hispanos, ellos corren aún más peligro, y es que una investigación de la Fundación de Natación de los Estados Unidos hasta un 70% de los niños hispanos y afroamericanos no saben nadar, lo que les convierte en un blanco fácil de accidentes acuáticos.
De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina, cuando los ahogamientos suelen ocurrir, es necesaria la acción inmediata y los primeros auxilios, puesto que la vida de una persona está en peligro y cada segundo que pasa es crucial para evitar su muerte.
Si ves que tu hijo u otra persona se está ahogando lo recomendable no es que también te pongas en una situación de peligro, por el contrario llames a equipo de capacitado o salgas al rescate si es que tienes conocimientos necesarios de primeros auxilios. Informa la Biblioteca Nacional de Medicina.
Algunas de las señales que puede presentar alguien cuando se está ahogando incluyen distensión abdominal, piel azulada en la cara alrededor de los labios, dolor torácico, confusión, apariencia pálida, tos con esputo rosado, irritabilidad, letargo, paro respiratorio, agitación, pérdida de conocimiento y vómitos.
Si la persona ha dejado de respirar es importante comenzar con la reanimación cardiopulmonar RCP, el cual consiste en poner al paciente boca arriba, colocar la base de una mano en el esternón y la otra mano sobre la primera, luego ubicar el cuerpo sobre ambas manos y aplicar 30 compresiones, las cuales deben ser rápidas y fuertes.
Atento a los signos
Luego de este trabajo, observa y escucha si hay respiración. Para esto, pon el oído cerca de la nariz y la boca de la persona. Si no respira o tiene dificultades para hacerlo cubre firmemente con tu boca, la boca del afectado, cierra su nariz apretando los dedos y da dos insuflaciones boca a boca.
Posteriormente debes continuar la RCP (30 compresiones cardiacas, seguidas de dos insuflaciones y luego repetir) hasta que la persona se recupere o llegue ayuda. Si la persona comienza a respirar de nuevo, colócala en posición de recuperación y verifica periódicamente la respiración hasta que llegue la ayuda médica.
Velar por la salud de tus hijos es fundamental. Para ello, la Fundación de Natación de los Estados Unidos brinda a los padres cinco consejos para garantizar su seguridad en playas, piscinas y otras instalaciones acuáticas.
Es la mejor manera de asegurar su estancia en el agua. Varias investigaciones han demostrado que los padres son los principales factores de influencia con respecto a si un niño sabe nadar o no.
Asegúrate de que un adulto responsable supervise las actividades de los niños en el agua todo el tiempo. La mayoría de los casos de ahogo en los niños ocurre cuando la víctima ha estado sola sin supervisión adulta por cinco minutos o menos.
3. Obediencia
Recuerda a los niños que deben obedecer siempre las reglas de la piscina, y no saltar sobre otros cuando están en el agua, no jugar a hundirlos, ni saltar o bucear a menos que conozcan la profundidad del agua.
La Fundación de Natación de los Estados Unidos también exige que los niños naden siempre acompañados. A pesar de que ellos tengan buenas habilidades para la natación y aseguren sentirse bien, es importante hacerles compañía.
5. Enséñales
5. Enséñales
Recuerda que una persona no necesita una piscina para ahogarse. Los lagos, ríos, estanques grandes y cualquier otra fuente de agua también exigen precaución. Procura que tu hijo sepa nadar, aunque no vaya a estar en una piscina este verano.
Con el propósito de disminuir este tipo de accidentes, la Fundación de Natación de los Estados Unidos ha distribuido más de $1,5 millones de dólares a diferentes organizaciones de la nación, destinadas a otorgar clases gratuitas o a precio módico, para que todos los niños puedan aprender a nadar.