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¿Qué se esconde detrás de la impuntualidad?

Para los "impuntuales" puede ser una característica más de su personalidad o una cuestión cultural pero para los demás es un sufrimiento y hasta puede considerarse una falta de respeto. La impuntualidad puede acabar con una amistad, una pareja y hasta un trabajo. Incluso hay psicólogos que hasta la han relacionado con un trastorno psíquico relacionado con fobias y hasta cuestiones obsesivas.
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Las 6 personalidades de la impuntualidad

El psicólogo mejicano Mariano Lechuga dicta en México un curso para dejar de ser impuntual donde distingue siete tipo de personas que llegan tarde a todos lados: el racionalizador, el productivo, el que posterga, el competidor, el distraído, el rebelde, el evasivo. Muchas personas llegan tarde por fobia o por rebeldía a las estructuras rigurosas de los demás.
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Las 6 personalidades de la impuntualidad
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1. El rebelde

No respeta el tiempo de los demás, los turnos médicos, es un irreverente en cuanto a tiempo se refiere. Llega tarde a todos lados y parece que lo hace a propósito. Le gusta sentir que controla la situación y se le hace difícil aceptar una autoridad. Le encanta desafiar las reglas y ver enfurecer a los demás.
1. El rebelde
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Es un hábito muy difícil de cambiar

Dicen los expertos que el hábito de llegar tarde es similar al de comer en exceso. Todos los días la persona con sobrepeso se propone hacer dieta o llegar temprano en este caso, pero la tentación de comer y de hacer una última cosa antes de salir puede ser terrible. Según los expertos, las personas que llegan tarde lo hacen tanto para actividades que les interesan como para las que no.
Es un hábito muy difícil de cambiar
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2. El productivo

Es una persona tan ocupada que siempre tiene algo más que hacer. Arregla muchos compromisos al mismo tiempo y siempre luce como una persona ocupadísima que en realidad llega tarde porque tiene tanto que hacer. Es una persona que compite todo el tiempo con el reloj, y siente que tiene que exprimir cada minuto del día.
2. El productivo
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¿Cuestión cultural?

La impuntualidad puede deberse a cuestiones personales o culturales. En América Latina, la puntualidad es una excepción. En cambio, en Estados Unidos o en Londres sería impensable empezar una reunión de trabajo media hora después. Dentro del ámbito político y empresarial, los directivos han tomado algunas medidas, como multas, para evitar la impuntualidad pero hay personas en las que parece ser algo más fuerte que ellas.
¿Cuestión cultural?
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3. El justificador

El racionalizador es el que siempre justifica sus llegadas tardes (el trafico, los niños, su jefe) y cree que los demás son muy estructurados y niega su impuntualidad. Es la típica persona que considera un exagerado al que se enoja por las llegadas tarde y que no pasa nada si uno llega quince minutos tarde. Le gusta ponerse en el lugar de víctima.
3. El justificador
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4. El postergador crónico

Es una persona que deja todo para último momento y siente que bajo presión, todo le sale mejor. Nunca se programa y lo entusiasma la adrenalina y la corrida de tener que apagar incendios todo el tiempo. Se aburre rápido y disfruta de una vida agitada, incluso hasta para llegar corriendo a todos los lados.
4. El postergador crónico
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Llegan tarde a las clases de puntualidad

Los impuntuales también sufren por su dificultad para llegar a tiempo. Les trae enojo de sus seres queridos, problemas de pareja, perdida de vuelos y medios de transporte y hasta la puede traerles desempleo. En México por ejemplo, hasta se dicta un curso para combatir este problema, sin embargo, el 80 % de los alumnos llegan tarde a la primera clase.
Llegan tarde a las clases de puntualidad
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5. El consentidor y relajado

Reconoce que tiene la costumbre de llegar tarde y que eso molesta a los demás, pero asegura que no puede acabar con él. Considera que después de todo no es tan grave llegar tarde y que hay cosas mucho peores. Es una persona al que le cuesta ser disciplinado y siempre tiene alguna cosa que hacer antes de salir.
5. El consentidor y relajado
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6. El evasivo

Tiene baja su autoestima, evade responsabilidades, y no asume ni la importancia ni la responsabilidad de llegar puntual. Contrariamente a lo que todos piensan, la gente que llega tarde en forma crónica no lo hace para enfurecer a los demás, explica Diana DeLonzor autora del libro “Nunca más llegues tarde”.
6. El evasivo
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Estrategias para llegar a tiempo

Arma una estrategia: proponte llegar a tiempo todos los días durante al menos un mes. Escribe en un planificador el cálculo real de cuánto tiempo te llevará cada actividad. La gente impuntual tiende a subestimar el tiempo que lleva cada cosa en un 25 o 30 por ciento. Planea llegar temprano a todos lados, ya que muchas veces son los imprevistos los que nos demoran. Lleva algo entretenido por si te toca esperar a alguien.
Estrategias para llegar a tiempo
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Si el impuntual es el otro

Exprésale tu frustración. Nunca le dejes a cargo los tickets para un espectáculo. Establece un tiempo de espera de antemano y sigue con tu vida una vez pasado ese lapso. Planifica con anticipación diciéndole al impuntual un horario anterior al real acordado. Lo importante es que la persona impuntual llegue a entender que todos tienen cosas que hacer, que no surgen imprevistos todas las veces y que tu tiempo vale tanto como el de ellos.
Si el impuntual es el otro
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