Primeras damas, reinas y princesas: el poder las mantiene en forma

Se levanta a las 4.30 AM para ir al gimnasio a entrenar; hace ejercicio aeróbico y resistencia con pesas. Su rutina incluye trabajo de triceps y bíceps, y elongación para aumentar la flexibilidad, especialmente en las piernas. Si se va de viaje, no olvida la soga para saltar 30 minutos y las bandas de goma para los brazos. Y si está al aire libre, aprovecha para correr.

La primera dama de los EEUU cuida su figura pero no le gusta andar contando calorías, ni estar siempre encima de la balanza o midiendo su cintura. Hace cinco comidas al día, y pide a sus cocineros que el almuerzo sea el plato más fuerte. Suele incluir pescado, vegetales salteados y arroz integral o una papa.

Michelle Obama es fanática del ejercicio y la dieta sana. Hace dos años lanzó el programa Let's Move para combatir la obesidad infantil. También impuso un nuevo diseño de la pirámide nutricional bajo el nombre de MyPlate, que aconseja las proporciones para armar un menú saludable y completo.

Michelle adora las verduras y hasta tiene una huerta donde cultiva brócolis y otras variedades. Entre sus bocados favoritos está el tofu, las patatas asadas y la pizza vegetariana. Por la noche, le gusta una ensalada, y cuando tiene mucho apetito le pide a los cocineros que le agreguen alguna proteína.

Carla Bruni-Sarkozy es una de las fieles cultoras del estilo de vida de las francesas “que no hacen dieta” : trata de preparar la comida en casa con menos sal, azúcar y conservantes, no usa salsas envasadas y controla las porciones. Le gustan los dátiles y frutos frescos.

No es un capricho de la ex modelo. Los expertos aconsejan que el momento de la comida dure al menos media hora, tratando de masticar bien los alimentos para sentir saciedad lo antes posible. Además se aprovechan mejor los nutrientes. La cantautora es una de las primeras damas mas fotografiadas, fue modelo de alta costura de Dior y Chanel y sabe cómo mantenerse en línea.

Además de ser muy bella e inteligente, la reina Rania Al-Abdullah ha figurado dos veces en la revista Forbes como una de las 100 mujeres más poderosas del mundo. En 1993 se casó con el entonces príncipe Abdullah y tuvieron cuatro hijos. Dedica su tiempo a la búsqueda de mejores oportunidades para los más pobres.

Tiene un aspecto distinguido pero actual, y luce una tremenda figura que mantiene a base de ejercicio aeróbico diario, como correr o nadar. También hace Pilates en camilla y sigue una dieta anti-edad baja en azúcar y grasa, a base de mucho pescado y frutas y verduras con alto contenido de agua.

La hija de Carolina de Mónaco sigue una dieta equilibrada, se preocupa por lo que come y lee detenidamente las etiquetas, “pero sin obsesiones”, aclara. Para ella no hay alimentos buenos o malos, sólo hay que elegir el que se necesita. Es fanática del esquí y el snowboard y monta a caballo una vez por semana, su verdadera pasión.

Pese a ser tan flaca, sigue una dieta estricta en medio de rumores de anorexia. Su dieta incluye verduras y frutas con mucho contenido de agua, evita el pan, pastas, arroz y galletas y tiene debilidad por el chocolate. Le gustan los deportes, como el tenis, el esquí, navegar a vela y andar a caballo.

La primera dama de este país ubicado entre Asia Occidental y Europa Oriental es conocida por su estilo, y bastante fanática de la moda y de estar en forma. Aunque se le atribuyen aplicaciones frecuentes de bótox y cirugías estéticas, se comenta que es muy estricta con su entrenamiento personal y su dieta.

La esposa del rey marroquí Mohammed VI es famosa por su atractiva cabellera roja y su piel blanca y cuidada. Con un peso de 128 libras (58 kilos), lleva una dieta que incluye antioxidantes y grasas omega 3, para cuidar su piel de porcelana y mantenerse delgada. Conocida por andar descalza y comer platos sencillos, su comida preferida es el "tayín", un guiso de carne con zanahoria.