Nuevas reglas para bajar de peso

Fueron preparadas por la Asociación Americana del Corazón, la Asociación de la Obesidad y el Colegio Americano de Cardiología. Buscan orientar a los médicos para que ayuden a sus pacientes a alcanzar un peso saludable.

Al menos una vez al año, los doctores deben calcular el IMC de sus pacientes y decirles si tienen sobrepeso o si son obesos. Una persona con un índice entre 27 y 30 tiene sobrepeso; más de 30, se considera obesa.

El IMC se calcula dividiendo el peso por el cuadrado de la estatura (IMC = peso / estatura2). Según el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de los Estados Unidos (NHLBI), el sobrepeso leve comienza con un IMC de más de 25.

Solo 1/3 de los pacientes obesos preguntan a sus médicos qué hacer para bajar de peso. La doctor Donna Ryan, del comité que preparó estas guías, advierte que no es suficiente con decirle a un paciente que tiene que bajar de peso: hay que darle una orientación integral.

El mismo debe incluir ejercicio y reducción moderada de calorías. Los CDC (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades) recomiendan un mínimo de 30 minutos de actividad física moderada, al menos cinco días a la semana.

Para las personas con un IMC superior a 40, los médicos deben evaluar la posibilidad de una cirugía para bajar de peso. También para aquellos con un IMC superior a 35 con factores de riesgo como enfermedades cardíacas, diabetes o hipertensión.

Puede dar indicios de riesgo. En hombres, el peligro comienza cuando el diámetro supera 40” (102 cm) y en mujeres, 35” (86 cm). A mayor cintura, mayor riesgo de diabetes, ACV y otras enfermedades, en ese caso el control se debe hacer cada 6 meses.

La Asociación Médica Americana (AMA) calificó a la obesidad como una enfermedad. Gracias a esta medida, las aseguradoras deberán pagar por los tratamientos para bajar de peso.

Las personas obesas o con sobrepeso deben seguir un estilo de vida saludable con una ingesta reducida en calorías. Se calculan de 1200 a 1500 diarias para mujeres, y entre 1500 y 1800 para los hombres, aunque hay que evaluar cada tipo de físico.

El informe aconseja prescribir dietas con evidencias de efectividad comprobada. Pueden ser las que restringen ciertos tipos de alimentos como los carbohidratos o las grasas, o las que propician el consumo de alimentos ricos en fibra.

Los pacientes obesos o con sobrepeso con problemas cardíacos deben ser aconsejados especialmente para que comiencen en forma inminente un programa para bajar de peso.

Se aconseja asesoramiento con un dietista registrado, psicólogo o profesional entrenado en manejo del peso. Pueden ser sesiones personalizadas, o incluso vía web o telefónica.

El informe considera el uso de programas electrónicos para bajar de peso, o aplicaciones de smart phones si cuentan con asesoramiento personalizado. También menciona los programas comerciales para bajar de peso, siempre que esté probada su seguridad y eficacia.

Se sugiere un programa de mantenimiento no inferior a un año para personas obesas o con sobrepeso que hayan adelgazado. Es mejor un tratamiento cara a cara que a la distancia, ya que el contacto visual es más efectivo.

Quien lleve adelante el programa de mantenimiento debe cuidar que su paciente haga de 200 a 300 minutos semanales de ejercicio, monitorear los cambios físicos y vigilar que se cumpla una dieta reducida en calorías para no volver a subir.

El doctor Tim Church, investigador del Centro Pennington de la Universidad de Luisiana, advierte que no todos los médicos logran explicar a sus pacientes cómo encarar un programa efectivo para bajar de peso. Esta guías buscan dar orientación para facilitar la tarea.