Un chico de 7 años que debe vivir aislado debido a que sufre de alergias severas y letales, envía a un robot en su lugar a la escuela. Aunque no puede encontrarse cara a cara con sus compañeros, puede chatear o enviar preguntas a través del robot que está conectado a una cámara que transmite todo en su hogar.
El desafío de aprender
Devon Carrow, de siete años no es un niño como todos. Desde muy pequeño fue diagnosticado con alergias graves y asma. Ante su dificultad para asistir a la escuela, su familia lo ha dotado de un robot interactivo llamado Vgo, que él comanda desde su casa.
De esta manera, puede interactuar con sus compañeros y maestra.
La escuela a la que "asiste" el niño a través de su robot es la Winchester Elementary School, en West Seneca, Nueva York, y queda a cinco kilómetros de la casa de Devon. Él utiliza su computadora en casa, para comandar mediante señales inalámbricas al robot en la escuela: así puede observar todo lo que ocurre en clase.
El robot se desplaza con sus ruedas por los pasillos de la escuela. La webcam muestra la cara de Devon, y los niños ya se han acostumbrado a esta presencia cibernética. El cuadro que padece Devon es tan grave que el sólo hecho de estar junto a sus compañeros podría ser letal para él.
Un lugar en la clase
Aunque no pueda verlos en vivo, Devon no se pierde ni un día de clases y tiene gran participación: el “Devon virtual” tiene reservado su propio escritorio en el aula y puede responder a las preguntas de su profesor, encendiendo una luz intermitente, que es como si levantara la mano.
¿Qué enfermedad padece?
Devon tiene varias enfermedades: por un lado, sufre de esofagitis eosinofílica, una afección alérgica que provoca la inflamación del esófago. Quienes la padecen, tienen una cantidad mayor a la normal de eosinófilos, un tipo de leucocitos, informa la Academia Estadounidense de Alergias, Asma e Inmunología.
Además, el ñino padece de síndrome de dificultad respiratoria, asma y síndrome de shock anafiláctico. La anafilaxia es una reacción alérgica grave en todo el cuerpo. El ataque sucede rápidamente, es grave y puede ser fatal, señalan los Institutos Nacionales de Salud (NIH, su sigla en inglés).
La severidad de la alergia se manifestó cuando era un bebé de tres meses, al ser expuesto en forma accidental a los cacahuetes, durante una visita a la casa de sus padrinos. "Esa noche, terminamos en el hospital con una cámara de oxígeno", relató su madre, René Carrow.
Su madre dice que el cuadro de Devon es tan grave que lo podría comparar con David Vetter, el niño que nació con inmunodeficiencia severa combinada, una enfermedad genética muy poco frecuente, que le obligó a vivir en una burbuja esterilizada. Ella muchas veces asiste a su hijo con epinefrina (EpiPen), mientras llega la ambulancia.
Mientras su familia ve con entusiasmo el hecho de que el robot pueda ayudar a Devon a ir a la escuela, él no quiere perder ni una sola clase. A pesar de la distancia, Devon progresa a la par de sus compañeros y según su madre, es un estudiante muy perseverante.