Muchos padres, en su búsqueda de inculcarles buenos hábitos saludables a sus hijos, son capaces de recurrir a las ideas más descabelladas, así como dejarse llevar por los consejos de amigos y familiares. Conoce cuales son algunas de estas teorías.
Muchas madres suelen regañar a sus hijos porque consumen bocadillos entre comidas. El problema, según ellas, es que al hacer esto se irá el apetito y cuando traten de llevar a la boca el platillo fuerte, simplemente no tendrán hambre.
Algunas mamás quizás no soporten la verdad, pero se ha encontrado que si se le dan a los hijos bocadillos nutritivos, al final, ellos aprenderán a alimentarse saludablemente. Además, podrán saciar el hambre que hay entre comidas, pero no afectará a la hora del alimento más fuerte, así lo considera la dietista Constanza Brown-Riggs.
Generalmente, muchos de los bocados que los hijos se llevan a la boca están saturados de calorías. Para que eso no ocurra, intenta sustituir estos alimentos por los frutos secos, un plato de fruta picada, yogurt o vegetales con salsa. ¡A ellos les encantará!
Es muy común que las madres sirvan a sus hijos el plato lleno de alimentos con la intención que se terminen todo, y así tengan una nutrición completa. A partir de esto, muchas personas, inconscientemente, suelen dejar vacíos los platos de sus casas o del restaurante. ¿Es esto una práctica saludable?
Ante un caso como éste, lo primero que uno debería preguntarse es ¿estoy lleno o sólo estoy comiendo porque no quede nada en mi plato?, cuestiona Brown-Riggs. Mas que un hábito saludable, esto podría obedecer a un desorden alimenticio, producto de una inestabilidad anímica, explica Binge Eating Disorder Association (BEDA).
Para saber si eres víctima de los famosos atracones de comida es importante que te conozcas y determines bajo qué circunstancias emocionales puedes comer en exceso. Una manera de moderarte sería cuando vas a un restaurante, total, no es necesario que te comas todo lo que te sirvan. Al final puedes pedir que te lo preparen para llevar.
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3. No comer antes de hacer ejercicio
Existe la teoría que si comes antes de hacer ejercicio corres el riesgo de que te dé un calambre. Sobre esto Natalie DiGate, autora del libro “Come tus vegetales”, explica que si te alimentas de 30 a 60 minutos antes de hacer ejercicio lograrás maximizar tu entrenamiento, muy contrario a lo que se piensa.
Si buscas rendir en tu entrenamiento se recomienda seguir una dieta alta en carbohidratos y baja en grasas. Puedes agregar bocadillos bajos en fibra con cantidades moderadas de proteína. Consumir frutos no tiene nada de malo, aunque no tienen mucha proteína.
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4. Come de prisa
¿Te has preguntado por qué sueles devorar tus alimentos en lugar de disfrutarlos? La respuesta se remontaría a tus años de escuela cuando tu madre te apresuraba a comer para que el autobús escolar no te dejara abandonado. Curiosamente, cuando se come de prisa es posible que se pierda la sensación en el cuerpo de estar lleno.
De acuerdo con Brown-Riggs “el cerebro suele tardar 20 minutos para registrar que el estómago está lleno”. Frente a esto, lo mejor sería reducir la velocidad en que consumes tus alimentos, ya que sólo así podrás tener una mejor digestión y si buscas la moderación te permitirá tener un mejor registro de la ingesta diaria.
Todos nos hemos tragado aquella frase que dice que “el desayuno es la comida más importante del día”. Sin embargo, algunos padres suelen saturar el platillo con una gran variedad de alimentos, con la intención de que los pequeños se nutran de lo mejor.
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Del plato a la boca
Un desayuno, “no por ser la comida más importante del día tiene que ser la más abundante”, explica la doctora María José Martínez, de la Sección de Gastroenterología y Nutrición del Hospital Infantil Niño Jesús de Madrid. Simplemente podría estar conformado con un lácteo, jugo, cereal, fruta y algo de proteína.
Muchas madres suelen preparar a sus hijos todos los días jugo de zanahoria para tener un buen sentido de la vista. Sobre esto, podemos decir que no están equivocadas, pues esta verdura, al ser rica en vitamina A ayuda en demasía a los ojos, al menos así lo indica la Biblioteca Nacional de Medicina.
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Naranja milagroso
El que la zanahoria tenga un color anaranjado no es mera coincidencia, mas bien, se debe a que es rico en beta caroteno, un componente esencial para una mejora considerable para la vista. “Ayuda a los ojos a ajustarse a los bajos niveles de luz en la noche”, explica Sarah Coulson, una dietista del Pivot Sport Medicine de Toronto.
En muchos hogares suele usarse la comida como recompensa, sin embargo, hacer esto es mandar un “mensaje equivocado”, considera Brown-Riggs. “Los cables se cruzan y ya no comemos porque tenemos hambre, sino porque creemos que nos merecemos algo”, agrega.
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¿Qué hacer?
En tales casos, lo mejor sería recompensar al hijo con una película, salir a jugar o pasar tiempo con los amigos, pero nunca hacerlo con alimentos. De esta forma el hijo notará que al final siempre tendrá que comer bien, añade Brown-Riggs.
