Los secuestros más famosos

Amanda Berry, desaparecida en 2003, Gina DeJesus, en 2004, y Michelle Knight, en 2002 fueron halladas con vida después que una de ellas llamara a la policía para pedir ayuda luego que su secuestrador había salido de casa.

“Soy Amanda Berry. Fui secuestrada. He estado desaparecida durante 10 años. Estoy libre, estoy aquí ahora”, fue parte de la grabación de su llamada al 911. Tras acudir al domicilio, los policías liberaron a las chicas, arrestaron a tres hombres y hallaron a una niña de seis años, quien sería hija de Amanda.

Según explica el Instituto Nacional de Salud, es un problema en el cual una persona, después de sufrir un acontecimiento traumático, experimenta un estado de ansiedad que la deja incapacitada. Las personas que sufren de esto no pueden dejar de pensar en el acontecimiento y en muchos casos vuelven a revivirlo constantemente.

Josef Fritzl, quien se cubre la cara en el juicio, mantuvo a su hija Elisabeth secuestrada durante 24 años en el sótano de su casa de Amstetten, en Austria. Desde los 11 años Elisabeth sufrió abuso y a los 18 fue encerrada. Incluso fue obligada a que le escribiera una carta a su madre avisándole que estaba en una secta.

Como resultado de las violaciones Elisabeth tuvo siete hijos de su padre y vio la luz del sol en 2008. Su padre fue condenado en 2009 a cadena perpetua por asesinato, esclavitud, violación, encarcelamiento, asalto grave e incesto. De acuerdo con el informe psiquiátrico, no sufría ninguna enfermedad mental.

Cualquiera puede desarrollar este trastorno después de sufrir algún acontecimiento traumático como: un combate militar, violación o abuso sexual, secuestro o tortura, un accidente de auto o avión, así como un catástrofe natural como una inundación, terremoto o un huracán.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud, actualmente en los Estados Unidos unos 7.7 millones de personas adultas sufren del trastorno de estrés post-traumático. Esta condición puede afectar a las personas a cualquier edad incluyendo niños.

En 1998, cuando Natasha Kampusch apenas tenía10 años, fue secuestrada, maltratada y humillada por Wolfrang Priklopil en las cercanías de Viena, en Austria. Tras huir de su captor, éste de suicidó tirándose a las vías del tren. “El fue una parte de mi vida, me entristece su muerte”, manifestó la joven.

Los niveles de las hormonas que responden al estrés, tienden a ser anormales en las personas con este problema. Estos niveles pueden provocar recuerdos o memorias extremadamente intensos que con el tiempo se convierten en “flashbacks” que se reviven como si volvieran a suceder.

En 2009, la policía de California resolvió la desaparición de esta joven que había sido secuestrada en 1991 al este de San Francisco. Mientras estuvo desaparecida, tuvo dos hijas de su captor, quien fue identificado como Phillip Craig, de 58 años y se supo que había estado en prisión por violación y secuestro.

El 5 de junio de 2002 Elizabeth Smart fue secuestrada de su dormitorio en Salt Lake, en Utah, cuando sólo tenía 14 años de edad. Nueve meses después ella fue encontrada con vida a unos kilómetros de donde fue “levantada”. Sus captores fueron arrestados y ella aún trabaja por superar aquel amargo episodio.

Es probable que una persona con este trastorno tenga sentimientos de culpa, dificultad para dormir, nerviosismo y estado alerta constante, dificultad para confiar en otras personas, así como tendencia a evadirlas. Informó el Instituto Nacional de Salud.

María Aparecida Rosa estuvo 18 años encerrada junto a sus hijas de 14 y 6 años por un agricultor brasileño en una localidad cercana a Sao Paulo, Brasil. Durante este tiempo, las niñas apenas pudieron asistir al colegio mientras su madre se encontraba en el encierro.

Éste puede incluir medicamentos y psicoterapia. Según estudios de investigación, los antidepresivos pueden ayudar a calmar los síntomas de este trastorno. Con información del Instituto Nacional de Salud.