Los errores más comunes de los padres divorciados

Si los padres separados pudieran dejar de lado sus sentimientos y rencores y focalizarse en el bienestar de los hijos, atravesar el divorcio sería mucho más fácil para todos. Los acuerdos deben ser justamente acuerdos con pautas lo más clara posibles, para que luego no haya cambios ni discusiones.

La base del bienestar de los niños se basa principalmente en dos cosas, dicen los expertos, mantener los lazos significativos e importantes para los chicos antes del divorcio y conservar una relación lo más madura, cordial y cooperativa posible.

Actúa siempre teniendo como prioridad el bienestar de sus hijos y una forma de lograrlo es intentar perdonar los errores del pasado y obtener la colaboración de su ex. Si la relación está terminada como pareja, concéntrate en hablar de los niños y en cómo ayudarlos a salir adelante en sus vidas.

El psicólogo de familia y experto en divorcio, Gary Neuman, y autor del libro "Ayudando a los niños a sobrevivir el divorcio " cree que darle prioridad a los niños es la única manera de mantener su salud emocional a largo plazo.

"Cuando criticamos al otro padre, estamos criticando el propio ADN de nuestro hijo", explica. "Nos guste o no, lo que hacemos impacta en ellos por el resto de sus vidas. Si criticamos al otro, perdemos la confianza de nuestro hijo y lo dejamos en una situación que no puede resolver" agrega.

Existe una tendencia entre los padres divorciados de hablar a través de los hijos y de utilizarlos como mensajeros. "El intentar comunicarse a través de los hijos, les causa a ellos un estrés emocional adicional", dice el experto quien recomienda el uso del correo electrónico como una buena forma de comunicación que además, queda por escrito.

Si hablas con tu ex pareja, asegúrate de estar bien enfocado y trasmitir el mensaje que deseas transmitir, no muerdas la carnada si del otro lado tratan de hacerte enojar. Si intentan distraerte o hablar de otros temas puedes decir: “estoy aquí para discutir temas de los niños".

No caigas en la trampa de compartir con tus hijos detalles o sentimientos sobre tu divorcio. " La propia ansiedad que tienen nuestros hijos y su necesidad de control, les hace ser comprensibles de la situación de los padres. No hay que confundirse, tú necesitas ser el padre. Si necesitas ayuda, búscala en un terapeuta fuera de tu casa", explica Neuman.

Los niños necesitan sentirse entendidos...escúchalos, no les digas lo que piensas ni le hablas mal de tu ex. Responde específicamente a las cosas que te preguntan. Cuando lo creas necesario, ayúdale a ponerle palabras a sus sentimientos. Como madre o padre, no sientas la presión de tener una solución para todo, simplemente escucha lo que ellos tienen para decir.

Los padres divorciados, como todos los padres cometen errores. Castigar conciente o inconcientemente a tus hijos por cosas que hace tu ex, o no ofrecer ayuda para que algo salga mejor porque lo propuso la otra parte, es poner el conflicto de los padres por encima del bienestar de los chicos.

"No digas nada que pueda estresar a tus hijos o que los haga sentir que tienen que mantener su vida con su mamá y con su papá totalmente separadas. Si vienen de pasar el fin de semana, pregunta solo cosas generales y divertidas", recomienda Neuman.

Los hijos de padres divorciados tienen más tendencia a sufrir ansiedad, soledad, baja autoestima, tristeza y a experimentar contratiempos en las habilidades interpersonales, concluye un estudio del departamento de sociología de University of Wisconsin-Madison.

Muchos padres divorciados logran reconocer sus errores. "Los niños tienen una capacidad muy grande para perdonar, al menos hasta sus años adolescentes. Si has cometido errores lo mejor es pedir perdón, explícales lo que has hecho mal y trata de cambiar para el futuro", dice Neuman.

Divorciarse a una edad más temprana causaría mayores problemas para la salud que hacerlo más adelante en la vida, quizás porque las personas mayores tienen más habilidades de afrontamiento para manejar el estrés de un divorcio, sugiere un estudio de la Universidad Estatal de Michigan.

Si están decididos a separarse, explíquenles a tus hijos sobre que su mamá y su papá ya no van a vivir juntos en la misma casa porque ya no pueden y no se quieren como antes. Es muy importante que los niños no sientan ningún tipo de responsabilidad sobre la separación y las peleas de sus padres.

Algo que también es importante que los niños sepan es que sus padres serán sus padres por el resto de sus vidas y que la separación no significa que ninguno de los dos tendrá menos responsabilidad sobre ellos y que ambos seguirán viéndolos y que no existe un culpable de esa separación.

Los hijos necesitan tanto de la mamá como del papá. Ellos son únicos e irremplazables, no importa lo deteriorada o mal que puedan ver su imagen. No permitas que tus hijos entren en las discusiones de los adultos, ni minimices el papel del otro. El divorcio es un tema de adultos.

Hay que evitar que los niños comparen a sus padres y digan cosas como: "Mi mamá me deja hacer esto pero mi papá no. O mejor le pido a tal que seguro me lo compra o me da permiso". Además, los niños no deberían enfrentar a sus padres e intentar obtener beneficio de ese conflicto.