Las mejores frases sobre dietas

Así lo explica la Dra. Judith S. Beck, hija del creador de la terapia cognitiva, el Dr. Aaron Beck, que propone cambiar los hábitos y pensamientos que sabotean la dieta. Si piensas: "nunca voy a ser delgado", es probable que no lo seas...jamás.

"Tengo hambre, no puedo hacer nada hasta no comer"; "estoy ansioso, necesito comer"; "si ya me tenté una vez, seguro me tentaré otras veces"; "no es justo que no pueda comer dulces", son algunos ejemplos inspirados en la teoría de la Dra. Beck.

De hecho, una dieta balanceada incluye snacks saludables para comer entre comidas. Puedes optar por un yogur bajo en grasas, una fruta o también podrías prepararte un licuado (con leche reducida en grasas o agua). Hay muchas opciones para que jamás te quedes con el estómago vacío.

Según los expertos, el promedio de pérdida de peso es de 1,5 libras (700 gramos) por semana. Si sigues un plan más estricto es posible que bajes más rápido, pero también que luego lo recuperes. La fórmula básica para perder peso es sencilla: para bajar, debes consumir menos calorías que las que gastas. Así que puedes: comer menos y mejor, o hacer más ejercicio.

Al consumir vegetales, no sólo conseguirás bajar de peso sino también reducir los riesgos de ciertas enfermedades crónicas como cáncer y condiciones cardiovasculares, aseguran los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC). Además, las frutas y verduras tienen menor densidad energética (entre 0.7 y 1.5 por gramo) y esto ayuda a sentirse más satisfecho por más tiempo.

Esto puede tener consecuencias dañinas en el metabolismo, también puede afectar la producción de hormonas, sufrir de pérdida ósea, constipación, problemas de sueño, hipotermia y pérdida de masa muscular, entre otros, según el Centro de Investigación Bruin, de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).

“A veces los más grandes antojos se dan cuando una persona está en su punto emocional más bajo. Se come para sentirse bien –consciente o inconscientemente- cuando se enfrenta un problema, estrés o simplemente para mantenerse ocupado”, explica la Clínica Mayo.

Una investigación realizada por el Departamento de Psicología de la Universidad Drexel, en Philadelphia, encontró que efectivamente las personas que no se pesan con frecuencia tienden a recuperar el peso perdido, mientras que aquellos que lo hacen como parte de la rutina, pueden ir midiendo sus logros y cambiando sus hábitos.

La obesidad es frecuentemente acompañada por depresión, indica la Asociación Americana de Psicología. Según un estudio, las mujeres son 37% más propensas a sufrir de depresión cuando son obesas. Por eso, y por las enfermedades que acarrea la obesidad, es importante hacerle frente al problema.

No es cierto que el problema es tuyo:la última tendencia para bajar de peso es, justamente, no seguir una dieta específica sino un plan personalizado, que tenga en cuenta tus preferencias y estilo de vida.

La obesidad es frecuentemente acompañada por depresión, indica la Asociación Americana de Psicología. Según un estudio, las mujeres son 37% más propensas a sufrir de depresión cuando son obesas. Por eso, y por las enfermedades que acarrea la obesidad, es importante hacerle frente al problema.

Lo importante es que estés convencido de que quieres hacer un cambio de hábitos. Para eso, busca apoyo médico y también familiar. De manera que no tengas que esperar nunca más a "mañana" para empezar a hacer algo por tí.