Más de una vez pensamos que comer ciertos alimentos nos pueden ayudar en la lucha contra las libras de más. Pero algunos pueden ser una mala opción, ya que no siempre lo que se considera “light”, “diet” o “bajo en grasa” significa menos calorías. Hay opciones para consumir con cuidado, o mejor olvidar…
1. Granola "baja en grasas"
Tiene un 10% menos de calorías que la tradicional, y un alto contenido de azúcar. En un experimento de la Universidad de Cornell, la gente que comía granola baja en grasas ingería un 49% más, desaprovechando así el ahorro energético. Es mejor elegir cereal de grano entero con poca o sin azúcar y agregarle frutas o endulzante sintético.
2. Yogur "bajo en grasas"
Es nutritivo, rico en calcio y proteínas, pero muchos tienen mucha azúcar agregada y en algunas marcas supera el 25%. Estudia bien las etiquetas de información nutricional para elegir los de 90 a 130 calorias en 6 oz, y menos de 20 gr de azúcar. Evita los que vienen con fruta, ya que están fuertemente endulzadas: agrégale tus frutas frescas.
3. Batidos
Se suele creer que son “frescos y sanos”, pero algunos pueden llegar a tener mucha azúcar y calorías. Y si se utilizan concentrados de fruta, también pocos nutrientes. Pero se puede solucionar agregando frutas frescas y yogur o leche bajos en grasa para aportar proteínas, hacerlo más nutritivo y aumentar la saciedad.
4. Barras de cereal
Son una buena solución “portátil” para aportar glucosa o energía al organismo. Pero algunas pueden llegar a tener muchas calorías y otras costar demasiado dinero por ser tan pequeñas. Las más adecuadas para dar saciedad son las que no superen las 180 calorías, con un mínimo de 5 gramos de proteína y 10 de fibra.
Barras energéticas para deportistas
Son ideales tras la actividad física intensiva, por eso se adquieren en comercios especializados. Su alto porcentaje de carbs, grasas y proteína aportan energía rápida para compensar el gasto físico. El peligro es que pueden tener más de 400 calorías, por eso es mejor consumirlas solo si se hace mucho ejercicio.
5. Latte con leche descremada
Las cafeterías ofrecen leche descremada en lugar de entera ¡pero si bebida llega con un copo de crema es un festival de calorías! En estos casos la opción descremada ayuda a que la mente haga trampas: "al reducir las calorías con la leche, nos podemos premiar con la crema". Pero suma 150 calorías y 25 gr de grasa por taza.
6. Palomitas de maíz
Son recomendadas como una de las mejores colaciones por su bajo contenido en calorías. Pero si haces una mala elección, el remedio puede ser peor que la enfermedad ya que el contenido de grasa puede oscilar entre 2 y 12 gramos de grasa por porción. ¡Revisa bien las etiquetas y elige las que tienen poco o nada de manteca!
7. Lechuga, ¡no puede engordar!
Este vegetal crujiente casi no tiene calorías… ni sabor. Por eso se suele regar con condimentos y aderezos, haciendo peligroso para la dieta algo que era inofensivo. Para evitarlo, se la puede combinar con otras hojas verdes que agreguen sabor como la rúcula o la espinaca, unas pocas briznas de queso parmesano y especias.
8. Chips de banana
Es fruta...¡es sano!, podemos pensar. Pero no cuando está frita, ya que tienen 145 calorias por onza y 22% de grasa. Es mejor elegir la variedad disecada que tiene 98 calorías y 3% de grasa por onza, o comer una fruta fresca de unas 104 calorías, que además aporta más saciedad.
9. Sodas sin azúcar
Elegirla puede traer el peligro de tentarse y agrandar la guarnición. Esta trampa de la mente se da porque al saber que se están "ahorrando" calorías con una soda light, se supone que se tiene permiso de ordenar una porción mayor de papas fritas ¡malogrando todo el esfuerzo de reducir las calorías!
10. Agua enriquecida
Las etiquetas indican que se le agregan vitaminas, y así creemos que son lo mejor para el organismo. Pero algunas marcas le agregan azúcar, malogrando las buenas intenciones y llenándonos de calorías. En algunos casos pueden pasar de 0 calorías ¡a 125! Para evitarlo, recurre al agua con gotas de limón y un endulzante artificial.
11. Productos "multigrano"
Una etiqueta de pasta o panes con esta leyenda nos da la impresión de que es la mejor opción. Pero a veces, con solo incluir dos clases de harinas blancas refinadas ya entran en esta categoría. Por eso lo ideal es elegir productos con "100% harina de granos enteros". En caso de duda, ¡elige el que tenga más fibra!
12. Aceite de oliva "light"
Todo lo que tenga esta leyenda implica que ayuda a bajar de peso. Pero a veces no es así, ya que este tipo de aceite tiene la misma cantidad de grasa y calorías que el "común". La diferencia reside en que es más ligero y soporta mejor el calor, y en que tiene menos sabor concentrado a oliva.
13. Con Omega-3
Hay productos que anuncian este agregado en las etiquetas. Pero suele no ser el mejor para el corazón (del tipo EPA y DHAm de origen animal) o tienen una cantidad mínima, y contener el cambio el del tipo AKA de fuentes vegetales, que es menos potente. Seis onzas de salmón tienen 100 veces más omega-3 "del bueno", que una porción de yogur fortificado.
14. Té helado
Aunque la etiqueta pondere su poder antioxidante, todo quedará malogrado ya que suelen contener mucha azúcar. En lugar de una bebida sana pasa a ser una amenaza: una botella de 20 onzas puede llegar a superar las 200 calorías, con casi 60 gramos de azúcar. Elige las variedades sin endulzar y agrégale algún endulzante artificial.