Las verdaderas propiedades de las semillas de chía y cómo aprovecharlas

A pesar de su enorme popularidad entre Mayas y Aztecas, la chía cayó en el olvido tras la colonización europea. Con el tiempo, su presencia volvió a ganar terreno no solo en la gastronomía, sino también en el ámbito de la salud. Según informes de la industria, se prevé que el mercado de semillas de chía alcance más de 2 mil millones de dólares en ventas para 2022. Aquí repasamos sus beneficios y te contamos todo sobre ella.
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La chía, junto con la quinua y el amaranto, son los tres granos sagrados de las civilizaciones americanas antiguas. Por sus propiedades nutritivas se los considera "los alimentos del futuro", ya que podrían reemplazar a las proteínas animales. También existe una variedad de chía, llamada "Salba", cuyas propiedades nutricionales son superiores a las de las semillas tradicionales.
La chía es la semilla de la planta Salvia hispanica, puede ser marrón oscura, grisácea o blanca. Si bien se había dejado de consumir con el fin del imperio azteca, fue redescubierta en 1900. Este nuevo interés también se trasladó al ámbito científico, donde se volvió el centro de múltiples investigaciones que analizaron sus propiedades y bondades:
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Derribando a los clásicos

Reciente estudios llegaron a conclusiones sorprendentes respecto a la calidad nutritiva de la chía. Los investigadores aseguran que esta contiene más potasio que las bananas, más calcio que la leche, más fibra que la avena, más hierro que las legumbres, más proteína vegetal que la soja, más Omega 3 que el salmón, más magnesio que el brócoli y más antioxidantes que los arándanos.

Contra el colesterol

El coctel de nutrientes anteriormente mencionado convierte a la chía en una opción muy útil para cuidar nuestra salud. La combinación de ácidos grasos Omega 3 y fibra, favorece la aparición de colesterol "bueno", que se encarga de transportar a su variante "mala" hacia el hígado para que luego sea eliminado.
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Control de la glucosa

La chía posee carbohidratos de liberación lenta, en comparación a los de otros alimentos. Por este motivo, muchos investigadores informan que es ideal para las personas que tienen diabetes, ya que ayuda a estabilizar los niveles de azúcar en sangre y proporciona un flujo constante de energía.
Control de la glucosa
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Combate la hipertensión

Existen estudios que encontraron que un consumo regular de semillas de chía tendría un impacto similar al de los medicamentos habituales para tratar la presión arterial alta, sin sus efectos secundarios. Si bien los hallazgos son prometedores, se necesita más evidencia que corrobore esta beneficio.

Ayuda en la digestión

El rico contenido de fibra de las semillas de chía cumple una doble función beneficiosa en nuestro sistema digestivo. Por un lado, agregan volumen a las heces y favorecen su transporte, por el otro, genera una sustancia similar a un gel que cumple funciones prebióticas. Esto quiere decir que estimula el crecimiento de la microbiota, o bacterias saludables del intestino.

Huesos fuertes

El rico contenido de calcio de las semillas de chía, junto a la presencia de boro, compuesto que ayuda a metabolizar este mineral, ayuda a fortalecer y proteger la salud ósea, previniendo enfermedades como osteoporosis, debilidad articular. También se hallaron efectos positivos en la salud bucal, específicamente en la preservación dental.

Mejor estado físico

Si bien para este aspecto se necesitan más pruebas, el rico contenido de fibra y Omega 3 de las semillas de chía puede favorecer la sensación de saciedad y estimular el desarrollo de grasas saludables, lo que permite un mejor control del peso. Además, su consumo se vincula con un mayor rendimiento físico, específicamente en pruebas de resistencia.
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Mejor estado físico
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Alivio para la piel

La calidad nutritiva de las semillas de chía ayuda a mantener la piel saludable. Su acción antioxidante cumple un rol en la reparación celular, mientras que la presencia de Omega 3 favorece la humectación cutánea, previniendo la sequedad y la aparición de arrugas. También tienen propiedades antiinflamatorias, ideales para combatir el acné.

Cómo consumirlas

Existen muchas formas de consumir las semillas de chía, pero los especialistas advierten que, si se ingiere entera, puede pasar de largo por el sistema digestivo y solo se aprovechará su fibra. Para disfrutar de todas sus propiedades debes consumirla en forma de harina o triturarla con un molinillo o mortero para luego sumarla a tus platillos o bebidas favoritas.
La harina obtenida de las semillas de chía se puede combinar con la de trigo de grano entero, a razón de una cucharada de chía molida por taza de harina, para elaborar panes, budines o galletas nutritivas. Con dos cucharadas soperas de chía molida, por ejemplo, cubrirás el consumo diario recomendado de ácidos grasos Omega 3.

Conservación

Las semillas de chía no necesitan ser almacenadas en condiciones especiales, sólo se requiere un lugar seco y a temperatura ambiente. Si bien se estipula una vida útil de 36 meses una vez envasada, se conserva durante muchos años sin que se deteriore su sabor y calidad.
Conservación
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Fuentes consultadas

Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Departamento de Agricultura de EE. UU., Instituto Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa.
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